Voy a empezar diciendo que hacia mucho, mucho tiempo, que no veía aplaudir al final de una película en una sala de cine. Si. Al final de Her parte del público se puso a aplaudir y eso ya dice mucho de esta película.
Me pareció bonita, emotiva e intensa. Un ejercicio cinematográfico que nos muestra una curiosa fábula, más que sobre el amor, sobre la soledad y la compañía. Un trabajo inmenso del director Spike Jonze (Cómo ser John Malkovich, El ladrón de orquídeas) que nos cuenta la historia de un "escribidor" de cartas personales para gente que no sabe expresar sus sentimientos, una profesión que parece está a la vuelta de la esquina. Un joven que paradójicamente no tiene con quien compartir sus sentimientos , hasta que aparece el otro protagonista de esta historia, un sistema operativo de inteligencia artificial. Situaros, estamos en un futuro muy, muy cercano y empiezan las relaciones sentimentales entre ordenadores y humanos. Y atención, porque resulta que no lo ves como algo futurista, es casi actual.
El peso de la película recae casi por completo en Joaquin Phoenix (The Master, Todo por un sueño) que interpreta a Theodore Twombly. Bestial el trabajo de Phoenix. Está inmenso. Sabe trasmitir todos los estados emocionales con una credibilidad aplastante, desde ese sufrimiento de la separación ("estoy esperando dejar de quererte "), el deseo de quien está descubriendo, hasta la emoción del nuevo enamorado.
Me pareció bonita, emotiva e intensa. Un ejercicio cinematográfico que nos muestra una curiosa fábula, más que sobre el amor, sobre la soledad y la compañía. Un trabajo inmenso del director Spike Jonze (Cómo ser John Malkovich, El ladrón de orquídeas) que nos cuenta la historia de un "escribidor" de cartas personales para gente que no sabe expresar sus sentimientos, una profesión que parece está a la vuelta de la esquina. Un joven que paradójicamente no tiene con quien compartir sus sentimientos , hasta que aparece el otro protagonista de esta historia, un sistema operativo de inteligencia artificial. Situaros, estamos en un futuro muy, muy cercano y empiezan las relaciones sentimentales entre ordenadores y humanos. Y atención, porque resulta que no lo ves como algo futurista, es casi actual.
El peso de la película recae casi por completo en Joaquin Phoenix (The Master, Todo por un sueño) que interpreta a Theodore Twombly. Bestial el trabajo de Phoenix. Está inmenso. Sabe trasmitir todos los estados emocionales con una credibilidad aplastante, desde ese sufrimiento de la separación ("estoy esperando dejar de quererte "), el deseo de quien está descubriendo, hasta la emoción del nuevo enamorado.
Por cierto un Joaquin Phoenix que me recuerda muchísimo a Tom Selleck (Tres hombres y un bebé) con ese bigote y esas gafas. Ya me diréis.
Pero volviendo a la película, es una delicia de diálogos y imágenes que van disertando sobre la soledad compartida, el desasosiego de la pérdida y el aislamiento "comunicado". Pero sobre todo sobre la necesidad de las personas de compartir la vida. La fuerza que nos da la compañía de seres queridos (ya sea un amor, un amigo o una máquina) , y la emoción, como motor de vida.
Pero volviendo a la película, es una delicia de diálogos y imágenes que van disertando sobre la soledad compartida, el desasosiego de la pérdida y el aislamiento "comunicado". Pero sobre todo sobre la necesidad de las personas de compartir la vida. La fuerza que nos da la compañía de seres queridos (ya sea un amor, un amigo o una máquina) , y la emoción, como motor de vida.
Amy: ¿Te estás enamorando de ella?Theodore: ¿Eso me hace un raro?Amy: No… No, creo que es… creo que todo el que se enamora es un raro. Hacerlo es una locura. Es como una forma de locura socialmente aceptable.
No hay comentarios :
Publicar un comentario