Ni soñando podía
imaginar yo un casting como éste. Ya sé que empezar el comentario de una película
hablando sólo de lo buenos que están los tíos de la película no dice mucho
sobre la calidad y profundidad del filme y su mensaje, pero es que es de lo
mejorcito.
Apuntar: Luis Tosar (mi
debilidad), Leonardo Sbaraglia, Alberto San Juan, Eduardo Fernández,
Ricardo Darín (que voy a decir), Jordi Mollà y Eduardo Noriega. ¿Es o no es de
infarto el elenco? Y no me olvido de Javier Cámara, que claro, al
lado de los otros desmerece, pero su categoría no va por detrás, ni mucho menos.
Pero es lo que pasa cuando te juntas con los mas guapos de la pista...
Bueno...y ya paso a hablar
de la película de verdad. Se trata de una historia de un día en la vida de un
grupo de hombres de mediana edad, unos se conocen, otros no. A lo largo de ese
día irán coincidiendo entre ellos e irán surgiendo conversaciones.
Conversaciones que nos acercaran al mundo masculino. Habrá algún tópico, alguna
sorpresa, pero es un reflejo bastante fiel de ellos: sensibles, cabrones,
cuernudos, desastres, amorosos, inmaduros, emocionales…todo dentro de una
puesta en escena fresca y gratamente digerible.
Una
pistola en cada mano está dirigida por el director catalán Cesc Gay, al
que le sigo la pista por dos anteriores películas que me gustaron mucho Krámpak
y En la Ciudad.
Yo
de vosotros (as) no me la perdería. Por cierto a nosotras ( interpretadas por Leonor
Watling, Candela Peña, Clara Segura y Cayetana Guillem Cuervo) nos pone muy
bien: nos lo contamos todo, compartimos penas y alegrías sin rubor, y somos más
de exteriorizar lo que nos pasa. Vamos, que el director debe estar rodeado de
fantásticas mujeres.