27 diciembre 2010

la agenda del 2011

Santa Claus me ha traído una agenda. Objeto irrenunciable para poder llevar a cabo mi vida laboral, pero sobre todo mi vida social. Yo sin mi agenda, no soy yo. Tengo memoria de perdiz y necesito ese lazo umbilical entre mi cabeza y mi quehacer diario.
Llevo años, la verdad es que no me acuerdo cuantos (ahí estamos, otra vez la memoria) con la misma agenda. Una sobria agenda de piel marrón con síntomas más que visibles de manoseos constantes y diarios. Calculo que si de 365 días la ojeo unos 320, por los años acumulados, pues eso que la pobre está como un Ecce Homo. Así que Santa Claus, tras observar perentoria necesidad, me ha traído una nuevecita color lila, preciosa.
Enseguida me he puesto a apuntar citas próximas, compromisos ineludibles a la vuelta de la esquina, objetivos potenciales a más largo plazo, y devenires varios de amplio perfil.
Ojeando la antigua agenda, para pasar a la nueva alguna que otra anotación pendiente, no he podido dejar de hacer un balance de este 2010, como hacen los magazines de los periódicos el último domingo del año. Y he llegado a la conclusión que este 2010 , que al principio califiqué de redondo, por aquello del número 10, ha sido un fiasco. Todas mis ilusiones, todas, se han ido al traste. Es más lo calificaria de Annus Horribilis. me ha pasado de todo, y csi todo malo. Menos mal que los amigos los tengo intactos. No ha causado baja ninguno. Sigo contando con todos. Los del norte y los de sur. A los que les lloro, y los que me hacen reir. Los viejos y los que he estrenado hace bien poco.
Pasando hojas me he dado cuenta que enero fue el peor, vislumbré la hecatombe y así fue. Dos bofetones a mi sentido desmedido de la honradez, y es que hay gente pa'tó. Llegó el verano y la catástrofe se anunció en forma de visita inesperada, y me dejó con los nudillos tocando a la puerta del psicólogo. Pero soy dura de roer y no pudieron conmigo. Superé el bache a muy alto precio, por cierto, pero aquí estoy. Y llegó de nuevo el invierno y diciembre me ha dibujado una sonrisa de oreja a oreja. Alguien me ha dicho que le he hecho feliz, y eso es tal vez lo mejor que te pueden decir. Así que espero empezar el 2011 como he acabado el 2010.

Os deseo a todos un redondo 2011 aunque los dos palitos del 11 sean puntiagudos como dos lanzas, al fin y al cabo de las apariencias no hay que fiarse.

19 diciembre 2010

El tiempo entre costuras, de Maria Dueñas


Hay libros que se leen como si fueran películas. Quiero decir que a la vez que los lees vas poniendo imagen a la historia. Eso es lo que me ha pasado con el último libro que he leído, El tiempo entre costuras, de Maria Dueñas. Una historia envolvente que te va arrastrando dentro de la vida de la protagonista, Sira Quiroga.

Y lo que más me gusta es que sea de una escritora novel, me gusta la capacidad de convocatoria que un libro puede tener cuando su autor es totalmente un desconocido, y los lectores con el boca a boca producen ese milagro. Supongo que ha ayudado mucho los ingredientes de la historia: los escenarios coloniales de Tánger y Tetuán, al Madrid pro-alemán de la posguerra, una Lisboa de refugiados de lujo, el espionaje, los servicios secretos, la lealtad, la traición, la amistad, y el amor. Muchos de los ingredientes de otras grandes historias como Casablanca.
Creo que además está bien documentada, con personajes reales casi desconocidos, al menos para mi, como Juan Luis Beigbeder, el primer ministro de Exteriores del gobierno de Franco.

Claro que por ahí están los que la han clasificado de “novela femenina” como bajándola del podium de la libreria, sesudos que si leen a Cortaza y Bolaño, no comulgan con según que. Pues en esta vida hay que probar de todo, y nada mejor que alternar las aventuras de Lisbeth Salander del Millenium de Larsson, con la sofocante atmósfera heladora de La Carretera de Mc Carthy .

14 diciembre 2010

Un ERE en el portal


Mañana quiero empezar a poner el belén en mi casa y como estamos en crisis, las decisiones que voy a tomar son las siguientes:

Pastores:
Para nadie es un secreto que en todos los belenes hay más pastores que ovejas, parece absurdo, pero siempre ha sido así. Por supuesto me veo obligado a deshacerme de todos, menos de uno. Instalaré cercas electrificadas con el fin de controlar a las ovejas. Se plantea la posibilidad de sustituir, en breve, al pastor por un perro con experiencia.

Personajes gremiales:
Es sorprendente la cantidad de artesanos que puede haber en un belén: el herrero, el panadero, el de la leña, el carpintero (haciéndole desleal competencia a San José que se ha cogido la baja paternal), el tendero... y, sin embargo, es sorprendente ver los pocos clientes que hay. La decisión que he tomado es despedir a todos los artesanos. Es duro, pero no ha quedado otro remedio. En su lugar he contratado a un chino, el cual se encargará de fabricar y vender todos los objetos típicos de los artesanos.
Nota: Si el chino decide subcontratar 15 menores para sacar el trabajo, ese es un tema en el que no nos debemos meter.

Posadero:
El chino se hará cargo también de la posada. Además, últimamente habían llegado quejas de atención al cliente por parte de José y María.

Lavanderas:
Qué manía tienen en los belenes con lavar la ropa, con lo fría que debe estar el agua con tanta nieve. Se suprimen los trabajos de lavanderas, que además eran ocupados siempre por mujeres. Cada uno se lavará su ropa en los ratos libres, potenciando así la igualdad de género en temas de tipo doméstico.

Ángel anunciador:
Suprimidos casi todos los pastores, no tiene sentido la figura de un ángel anunciador. Se sustituye por un cartel luminoso, en donde además se podrá anunciar las ofertas del chino.

Castillo de Herodes:
A Herodes le mantengo en su puesto. No es que haga mucho, pero manda, y no es cuestión de ponerse a despedir directivos.

Soldados:
Me quedo con dos por razones de seguridad (que bastante calentito está el tema) pero los subcontrataré a través de "Prosegur Castillos" para que me presten servicio como guardas de seguridad. Ahorro en costes fijos y gano en flexibilidad.

Paseantes varios:
Es sorprendente ver la cantidad de personajes que abundan en un belén sin hacer nada, absolutamente nada. Todos despedidos. Esto lo tenía que haber hecho hace tiempo.

Paseantes con obsequios:
He observado que otro grupo de paseantes, algo menos ociosos pero no mucho más productivos, se dirige hacia el portal con la más variada cantidad de objetos. Uno con una gallina, otro con una oveja, otro con una cesta... Puesto que todos tienen el mismo destino, organizaré un servicio de logística para rentabilizar el proceso. Despediré a todos los paseantes, excepto a uno de ellos que se quedará por medio de una ETT, y con ayuda de un animal de carga recogerá las viandas cada tres días y las acercará al portal.

Reyes Magos:
Por supuesto con un sólo rey es más que suficiente para llevar el oro, el incienso y la mirra. Elimino dos reyes, dos camellos y los pajes. Posiblemente me quedaré con el rey negro para no ser acusado de racista. Además es posible que quiera trabajar sin
que le dé de alta. Tengo que estudiar, también, la posibilidad de
dejar tan solo el incienso y vender el oro y la mirra, y así reducir al máximo el coste en regalos de empresa.

Mula y Buey:
La única función de estos animales es dar calor. Esta función será desempeñada por una hoguera. Realizaré un assessment center con los dos animales y, el que lo supere, trabajará como animal de carga en el servicio de logística antes citado.

San José y la Virgen María:
Está más que demostrado que el trabajo que hacen ambos en el portal puede ser desempeñado por una sola persona, y evitamos dos bajas de maternidad/paternidad. Por razones de paridad
me quedo con la Virgen María y, lamentablemente, tendré que
despedir a San José (con lo que ha tragado el hombre en esta
empresa...).

El niño Jesús:
A pesar de su juventud tiene mucho potencial, y además parece ser que su padre es un pez gordo. Le mantendré como becario con un sueldo de mierda hasta que demuestre su valía.

El Belén queda pues de la siguiente forma:
Un pastor con ovejas en un cercado eléctrico, un chino con un comercio/posada de 24 horas, Herodes y dos guardas subcontratados, un paseante, la mula (o el buey) haciendo repartos, el rey negro (ilegal), la Virgen y el niño.

Va a ser más soso que otros años, pero ¡me he ahorrado una pasta!

Y yo añado ( lo anterior me lo han pasado en un emilio): Y del caganer, ¿prescindimos? Lo dejaremos que se despache a gusto, que es lo único que podemos hacer los curritos de a pie, "cargase en to", al menos eso que no nos lo quiten.

13 diciembre 2010

Sépia de la Tata

En mi época de estudiante, cuando llegaban los exámenes, me entraban unas ganas locas de ponerme a limpiar, todo menos estudiar. Me dejaba el piso para comer sopas. Ahora , ya de mayor, cuando tengo que pensar y/o reflexionar, o tengo alguna preocupación, me pongo a cocinar, como si tuviera un regimiento hambriento de chiquillos en casa.

El sábado era uno de esos días. Un día que sabia se me iba a hacer largo. Tenia que pensar, esa cosa de sopesar pros y contras, de tomar decisiones. Bien, pues me fui al mercado central y volví con el carro a tope.

Había quedado para el aperitivo en el Damasol, todo un clasico de los sábados alicantinos, y tenia media mañana para cavilar entre fogones. Así que cociné un guiso que yo llamo "Sepia de la Tata" en honor a mi Tata Tereseta que fue la que me lo enseñó. Os dejo la receta, os aseguro que es para chuparse los dedos.


Ingredientes: un puñado grandes de almendras, 3 ajos, dos trozos de pan duro, sal, una ñora, perejil, un tomate, una sepia, y 3 o 4 patatas.

Primero sofreímos la ñora, el tomate y el pan. Reservamos, y el pan lo dejamos a remojo en un bol con agua.
A continuación sofreímos la sepia. Reservamos. Ahora sofreimos las patatas cortadas a trozos, y mientras vamos a pasar por el mortero y/o turmix lo que es la picada ( la ñora, los ajos, la sal, el pan con el agua, el tomate, las almendras y el perejil). Tiramos a la olla, donde está la patata, la sepia y la picada y dejamos sofreír cinco minutos. A continuación cubrimos con agua y dejamos hacer xup xup hasta tener una salsita espesa.
Mel de romer. Sugerencia: acompañar con una guarnición de arroz bastami.
Salud.

10 diciembre 2010

Balada triste de trompeta


Álex de la Iglesia ( La Comunidad, El dia de la bestia)pre-estrena su última película en Alicante. La razón no es otra que haber rodado en la Ciudad de la Luz y en exteriores de esta provincia. Para empezar decir que se trata una vez más de un producto con marca de la casa, es decir, película para incondicionales del cine de este director vasco. Por lo que vi a la salida de la premier no creo que sea del agrado del público en general.

Balada triste de trompeta es una propuesta arriesgada. La historia de una venganza (la del payaso triste),la historia de un maltrador convertido en el amigo de los niños (payaso alegre) , ambos unidos en una relación a tres bandas con una trapecista, y también porque no, la historia de un pedazo de la vida de un país (el tardofranquismo). Ingredientes absolutamente bien mezclados por De la Iglesia, aunque con un exceso de violencia que incluso me ha hecho cerrar los ojos en alguna secuencia.

Alabar la impecable narración visual, un paquete bien envuelto para el último esperpento español. Es muy dificil, para quien no lo sepa, descubrir en los escenarios del filme, los interiores de la Serra Grossa alicantina (los antiguos depositos de La Británica), o Alcoi. Tremenda las secuencias del Valle de los Caidos, también en buena parte recreados en Alicante. Virtuosismo de mago de circo para ofrecernos este negro cuento de macabros payasos.

Tal vez la única pega es que Balada triste de trompeta no provoca ese desgarro en el estomago que deberia tener el espectador al salir. Tal vez por falta de poso en los personajes, no sé si por ser una historia demasiado cuajada de acción, donde se echa en falta dejarlos respirar.

Por cierto, espectaculares los títulos de crédito del principio.
Esta ha sido mi humilde impresión.

09 diciembre 2010

Crónica de un viaje a Suecia

Esto de viajar tiene mucho de aprendizaje. Evidentemente es la mejor escuela de la vida. Así que me he ido unos días a estudiar a los suecos. Una especie evolutivamente inmejorable. Altos, guapos y ordenadamente modernos. Todos hablan inglés aunque no encuentres ni un solo cartel en otra lengua que no sea la suya. Hay como una especie de proteccionismo del idioma que para los turistas representa un pequeño inconveniente. Pero bueno, tardas poco en comprender que por ejemplo salida es UTGANG, cuando en el resto del mundo es EXIT.
A parte del idioma, para ser cortés sólo tienes que aprender a decir taxomiket (gracias en sueco) hay toda una serie de manías particularmente atractivas en los suecos: su afición por hacer colas en los cajeros automáticos, su predilección por el pepino, y su necesaria afición por los sombreros ( en invierno el calor se les va por la testa y toooodo el mundo, y digo, todo, va con gorro. Imprescindible). Otra manía es el omnipresente diseño sueco. Todo es tipo Ikea, pero de verdad. Las tiendas son una pasada, con un montón de aparatejos de singulares y atractivos diseños para hacer las cosas más insospechadas o más rutinarias.
Estocolmo es una ciudad preciosa, me dicen que en verano es especial, pero os aseguro que a pesar del frio que he pasado ( entre -6 y -12 grados) la nieve pinta una imagen idílica. Además esta es la mejor época para verla como un cuento. Los suecos celebran los domingos de Adviento y yo he coincidido allí con la celebración del último, cuando detrás de cada ventana colocan los candelabros, parecidos a la Menorà judía, con las lucecitas, una por cada domingo. Todas las ventanas de la ciudad con el candelabro y una gran estrella blanca de papel colgando. Ya os digo, de cuento.
Tampoco he podido dejar de ver en este viaje la conexión Estocolmo- Stieg Larsson. He visto algunas Lisbet Salander con sus mismas pintas, también he visto la que podía ser su casa ,según el libro de Stieg Larsson, e incluso la granja donde la enterraron viva. Muchas cosas del paisaje me recordaron las aventuras de la Salander. Por cierto en Estocolomo la oficina de turismo ofrece la ruta Millenium por los barrios de Slussen y Mosebacke.
Lo que es una pasada es la arquitectura. Te pasarías el día viendo las fachadas de los edificios. Hay mucho estilo fundamentalista sueco, muchas casas antiguas de madera, edificios históricos preciosos, y modernos diseños como la Kultur huset. Tampoco hay que perderse el ayuntamiento donde se celebran la entrega del los premio Nobel, y visitar el cementerio del bosque o Skogskyrkogarden, es Patrimonio de la Humanidad, cien hectáreas de pinos que esconden centenares de lápidas a sus pies. Un lugar de una belleza especial. La zona más antigua la encontramos en Gamla Stan, repleto de importantes edificios históricos, pero también de encantadoras callecitas.
Stockholm es la capital escandinava y su propio nombre significa 14 islas. Por eso todo el rato están rodeados de agua. Esta construida sobre el Báltico y el lago Mälaren, y ahora mismo muchos canales aparecen helados. Un paisaje para quedarte sin respiración…de puro frio.

08 diciembre 2010

QUE COMEN LOS SUECOS

Evidentemente no puedo dejar de hacer una crónica gastronómica de este pequeña visita a este país nórdico. Como en el resto de Escandinavia, en Suecia los ingredientes estrella son el pescado ahumado y los arenques, y en cuanto a carne las albóndigas (kötbullar) y el reno asado, que no he tenido la ocasión de probar. Siempre hay que dejar algo para probar para la segunda vez ( esto no sólo vale en el tema comida).
Lo que si que probé fue el salmón (lax), en diferentes variedades y el arenque. Y otra cosa que no hay que perderse son los estupendos panes negros de mil variedades, sabores y formas. Así como las deliciosas galletas de canela o jengibre.
En Estocolomo fuimos a cenar al Drottninghof en Drottninggatan, 67. Gracias al camarero portugués pudimos descifrar la carta y averiguar qué ibamos a cenar. Pero mi recomendación es para un restaurante de Goteborg o Goteburgo,la segunda ciudad de Suecia, una ciudad portuaria a tres horas en tren desde Estocolmo. Viaje muy recomendable por el paisaje, ahora totalmente blanco por la impresionante nevada.
Goteborg tiene un mercado de pescado llamado el templo o la iglesia del pescado, o Feskekyran. Es un edificio singular que acoge en su interior los puestos de pescado y marisco que se pesca en las heladas aguas de Escandinavia. En este mercado hay un restaurante en la parte de arriba que se llama Gabriel, está incluido en la guía Michelín y aunque es muy informal por el sitio donde está ubicado , es un restaurante de primera por la calidad del producto, no hay que dejárselo perder.
Si se quedan sin materia prima, ellos mismos bajan al mercado a por más mercancía. Un gusto. Comí una crema de langosta que todavía saboreo gracias a la reminiscencia del sentido del gusto que tengo muy entrenada. Era una textura perfecta con un tropezón gigante en forma de molla de langosta y una pelota de queso fresco tipo mantequilla que se deshacía en el impresionante cuenco (para mi que había casi un litro de sopa). Deliciosamente espectacular. No dejar de probar si tenéis ocasión los mejillones, los arenques fritos y una especie de quisquillas que hacen con una crema de queso y patata. Para beber pedir sidra, buenísima, fina , fina. No es barato, pero nada en Suecia lo es. Pero vale la pena el homenaje.
Tanto en Estocolmo como en Goteborg hay muchos mercados reconvertidos en mercados delicatesen con barras donde degustar sus productos. Por fuera son arquitectónicamente muy interesantes y por dentro un placer para todos los sentidos.