30 mayo 2013

Un vermut, con permiso de la caña

Hay placeres de mañana de domingo. Indiscutiblemente no valen para otro momento. Son el desayuno en la cama, los dominicales de los periódicos, y el vermut al mediodía. Hoy hablaré del momento vermut. Una ceremonia gastronómica que se ha sacado la caspa de encima, un rito ancestral rematado de palillo y oliva, un "mantra" que ha de repetirse para entrar en el paraíso del aperitivo.

Cada día tiene más adeptos. Gente joven que se va acostumbrando al placer de saborear este antiguo aperitivo de tasca y taberna de toda la vida, reconvertido ahora por barmans y coctelerías de nueva generación, sin dejar ni mucho menos de lado los de bodega, sifón o grifo.

Este revival del vermú viene acompañado por esos elementos característicos de una fotografia imaginaria de ese momento-vermú. Esas anchoas que lo acompañan, esas "gildas" (palillo con aceituna rellena, guindilla y anchoa) que te ponen en muchas barras de San Sebastián, las patatas bravas de Madrid, las "marineras" de Murcia,  o la mojama y las almendritas a este lado del Mediterraneo.

Por cierto, se puede escribir vermú o vermut. La palabra procede del francés vermout y ésta a su vez de la alemana wermut que significa ajenjo ( absenta). En realidad el vermú lleva vino, ajenjo, sustancias amargas
 y hierbas. Las hierbas usadas en los vermuts incluyen todas las grandes favoritas que se hallan en los bitters y en los licores: manzanilla en el vermut seco, genciana en el rojo, vainilla en el dulce y, en todos, ruibarbo chino, raíz de lirio, quinina, piel de cedro y por lo menos 150 hierbas más. 


Los clásicos dicen que el vermú es con poco hielo, pero contundente, con corte de naranja y sin sifón, y acompañado de aceituna. Otros prefieren con sifón porque la bebida sube rápido.

Me recomiendan si paso por Madrid el vermú de  Casa Labra, una taberna clásica que fue fundada en 1860 y en la que tuvo lugar, el 2 de mayo de 1878, la fundación clandestina del PSOE de la mano de Pablo Iglesias. Hay que pedirlo con una tapa de bacalao rebozado. Lo haremos. Se aceptan recomendaciones de otros lugares donde se sirva tan sagrado caldo.

29 mayo 2013

Anyway : Jamie Cullum




Siento repetirme, pero Jamie Cullum está de gira, y ya sé que os deje aquí un tema de su último disco hace un mes, pero hoy vuelvo a insistir en este pianista británico. 
  
Y os contaré un poquito de él. A Cullum lo del piano le viene de familia.....pero no tanto. En la casa de sus padres había piano, pero era su hermano quien aporreaba el instrumento. El niño Jamie llegó a recibir lecciones pero sus profesesores tardaron poco en percibir el escaso interés del chaval. Y en el colegio había otro piano pero no le dejaron tocar.  Así que Cullum creció entre discos de hip-hop, Nirvana, Soundgarden o Massive Attack y acabó vengándose de aquellos formalismos que encasillaban un instrumento al que Cullum veía posibilidades de ser tocado de manera agresiva.

Profesionalmente empezó a tocar el piano por los bares de Bristol, donde sorprendía ver a un tío que parecía un niño cantar con descaro canciones de Cole Porter. Tenia que pagar el alquiler.

Su amor por el pianista estadounidense Harry Connick Jr. le ayudó a comprender que “el piano puede tocarse como un instrumento de rock and roll, al estilo de Jerry Lee Lewis”. Por eso, cuando alguien menciona la palabra crooner, Cullum pone cara de póquer. “Los crooners no sudan tanto como yo, soy demasiado físico en el escenario. Ciertas cualidades de mi voz pueden acercarse a las de un crooner, pero de parecerme a alguno de ellos, quizá estaría más cerca de Sammy Davis Jr., el tío que tocaba varios instrumentos y daba más juego en el show,que de Sinatra o Dean Martin”.

Con su último trabajo,  Momentum (Island Records / Universal), llega a la edad adulta.
Ya tiene 33 años pero continua siendo el mismo muchacho bajito con cara de travieso que ha vendido más de diez millones de discos.

27 mayo 2013

Intemperie, una novela primeriza que promete un buen autor

Este es uno de esos libros que tienen el título muy bien elegido. Intemperie de Jesús Carrasco (Badajoz, 1972) resume en esa única palabra el sentimiento y la desprotección, la soledad y angustia que se vive en el relato. Pero también, y ésta sería la parte negativa, es como deja al lector, un poco a la intemperie. Ahora luego me explico.

La novela cuenta la historia de un niño que huye del ambiente opresivo de su pueblo a través de un inmenso secano que no parece tener principio ni final. Él es el principal protagonista de una media docena de personajes (todos sin nombre) que guardan relación, unas más claras, otras más oscuras, con él: el alguacil, el cabrero...

Lo primero que llama la atención del lector es el lenguaje. Un despliegue de léxico sobre el mundo rural aplastante. De ahí la comparación con Miguel Delibes con la cual la editorial ha lanzado la novela. También la comparan y elogian "a bombo y platillo" como una segunda La carretera de McCarthy. No niego que haya afinidades entre estas novelas, pero compararla con estos dos maestros es excesivo. Más cuando se trata del debut de un novelista. Pero claro, ya se sabe que las editoriales han de vender, y las solapas de los libros son desde siempre un magnífico gancho para el posible lector que ojea novelas en las librerías.

A mi me ha gustado ese trabajo de cuidar primorosamente el lenguaje, que hoy en día no se ve en muchas novelas, pero también he de decir que descuida y deja en un segundo plano el fondo de la historia. Detrás de la huida del niño protagonista y del alguacil hay todo un misterio que Carrasco deja entrever en dos o tres contadas pinceladas y "pare usted de contar". A mi me gusta ese juego que plantea muchos escritores de deducir los hechos, pero en esta ocasión nos quedamos faltos de pistas. 
Por eso decía arriba eso de que los lectores nos quedamos también a la intemperie ... Parece como si la novela estuviera por completar; todo y eso, me ha gustado.

Además tiene una de esas frases finales que tanto me gusta coleccionar:
Luego volvió  a la puerta y allí permaneció mientras duró la lluvia, mirando cómo Dios aflojaba por un rato las tuercas de su tormento.

Espero que esta primera novela de Carrasco sea sólo el calentamiento para un autor que puede dar que hablar, y bien.

             

21 mayo 2013

Formentera en mayo

 A tiro de piedra desde mi vecina Dénia, Formentera se me resistía hasta este pasado fin de semana. Mayo es un buen mes para ir a esta isla auténticamente mediterránea, pero el inconveniente es que el ferry que sale de Dénia no va directo a la isla, sino que  tienes que ir a Ibiza y allí cambiar de barco. Inconveniente que se suple a partir de junio con línea ya directa. Pero como decía es un buen mes , si el tiempo acompaña, porque puedes ver la isla a tu aire sin mucha masificación de turistas, y a  precios más económicos evidentemente que en verano. Pero dejémonos de datos superfluos y adentrémonos en la esencia de la isla.


Formentera es un destino para desconectar del mundanal ruido y no hacer otra cosa que caminar y nadar, leer y comer, vivir y sentir, en definitiva. Largas playas nos aguardan en esos 82 kilómetros que tiene la isla. Es todo horizontal. El azul del cielo, el verde del mar, el blanco de la arena. La lagartija y hasta el pino erosionado por el aire.  Es infinita a la vez que pequeña. Ese tamaño ideal para hacerla tuya en poco tiempo, no aburrirte y desear volver. 


En Formentera cuando uno se levanta por la mañana sólo tiene que preocuparse por el aire. Si sopla de Poniente o de Levante. Según de donde sople elegiremos una u otra playa. No hay problema. Formentera tiene playas a derecha e izquierda, sólo hay que decidirse: Es Pujols, Ses Illetes, Cala Saona, Mitjorn...


Ya por la tarde, si uno tiene ya borrachera de arena y agua salada, nada mejor que caminar por los pequeños núcleos urbanos que ofrece la isla. Sant Francesc, y Sant Ferran de Ses Roques, o subir a El Pilar donde se encuentra el faro de la Mola, sus acantilados y sus pinos que le dan nombre (en griego Formentera es “isla de pinos”). Para llegar aquí hemos dejado atrás un paisaje de higueras de ramas trenzadas a modo de telaraña y márgenes de piedra que van cuadriculando el paisaje. Pequeñas señas de identidad de una isla que no pierde su esencia.


PD: por mucho italiano que quiera conquistarla. Los hay hasta para aburrir.



20 mayo 2013

Stoker : perturbadora y exquisita gramática visual


Tiene la fuerza estética de Wong Kar Wai (In the mood for love) , la perturbadora seducción de la Lolita de Nabokov-Kubrick, y el suspense de Hitchcock. Eso si, sin llegar a la maestría de los anteriores referentes; pero Stoker si apunta todas estas maneras y funciona. Así se podría resumir el primer largometraje en Hollywood del coreano Park Chan -Wook. Sin sacar conclusiones, una película que bucea en la naturaleza maligna de la que no pueden escapar sus personajes.

Desde el primer momento ( los créditos iniciales) Chan-Wook juega con nosotros con una estética personal, perturbadora y exquisita ( el plano de transición del peine) que posiblemente pesa tanto en la película que juega en contra de la propia historia narrativa. 

Mia Wasikowska, Nicole Kidman y Matthew Goode
Perfecto el trabajo de casting. Fundamental el trabajo de Mia Wasikowska (Alicia en el país de las maravillas, Restless ), su personaje lleva el peso de la historia, uno de esos personajes frios y perturbadores que ayudan a cargar la atmósfera. Ella es India, una joven de clase acomodada que pasa por la fatalidad de perder a su padre en un trágico accidente el día que cumple 18 años. Para ella es una ausencia irreparable porque era la única persona con la que se comunicaba y que la comprendía. Su madre, (Nicole Kidman) ni siquiera le ha cepillado nunca el pelo. Pero de esa soledad viene a rescatarla el hermano del difunto, un tio que creia en Europa y al que apenas conocía. Este es el papel de un inquietante Matthew Goode (Retorno a Brideshead, Mach Point ). Y hasta aqui puedo leer.











08 mayo 2013

Pasándo la hoja del calendario

Hay días en que una no debería salir a la calle. Mejor dicho, hay días en que una no debería salir a la vida. Son esos días en que la fragilidad emocional entra en barrena. Estas como flojita de corazón pa'dentro.No sé si me explico. Parece que cualquier comentario te afecta demasiado, que el lagrimal flojea,  que esa palabra te ha salido de repente más alta de lo que debiera. Por activa , o por pasiva, van ocurriendo pequeñas acciones que van socavando tu yo emocional conforme transcurre la mañana. Son en realidad días peligrosos. El descontrol de la voluntad es difícil de meter en vereda. Por eso en estos días hay que dejar encendido el botón de warning de nuestra maquinaria. Estar alerta antes de que la acción-reacción tenga una respuesta no deseada. Yo en estos días intento el truco de la cuenta atrás. El nueve,ocho, siete, seis...dos, uno. Es efectivo. Pero a veces no funciona. En esto de los feelings no todo se puede programar. Hoy, sin ir más lejos, toda esa teoria se me ha desmontado en dos segundos. Ya ves, en un abrir y cerrar la boca. En fin. Que la próxima vez, si la cuenta atrás no me funciona, cojo y hago un Cotino. 


06 mayo 2013

Tierra prometida, lo último de Van Sant y Damon

Llega a la pantalla lo último de Gus van Sant ( el responsable de Mi Idaho privado, Todo por un sueño, El indomable Will Hunting y Restless) y corro a verla. Siempre me ha parecido un director interesante y tampoco esta vez, con guión de Matt Damon me ha defraudado.

Tierra prometida es comprometida a la vez que directa y sencilla. Muy en la línea de crítica social y política que caracteriza tanto a Van Sant como a Damon, la película golpea en las políticas corruptas de las grandes empresas. Una historia que va sacando a la luz el engaño, la mentira y la seducción sospechosa de esas grandes corporaciones. La lucha del poderoso y el débil. Esta vez el Goliat es una empresa de gas natural y el David un pequeño pueblo sumido en la crisis.

Pero la peli no es un tostón sobre cuestiones medio-ambientales y poderes políticos ocultos, es sencillamente un retrato de las personas, de los individuos como tales y de su lucha por ser dignos. Tierra prometida es una denuncia casi elegante y la elección de un modo de vida.


El reparto me ha gustado, por la simpre razón que siempre me creo a Matt Damon, más si el guion es de él. Y por esa musa de los hermanos Coen que es Frances McDorman (Sangre fácil, Arizona baby, Fargo) que me parece de los mejorcito de Hollywood. Y para acabar decir que el guión guarda un as en la manga, que según los que me acompañaban (muy listos todos), yo tardé mucho en adivinar.

Hay una escena que resume toda la lucha por alcanzar esa manera de vivir en dignidad y está casi al final de la película, y simplemente es preciosa, es la lección que da la niña de la limonada al mismo Damon. Recomendable.