Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
29 agosto 2011
Restaurante Mornell, en l'Albufera de València
Ya hacia tiempo que no dejaba por aquí algún comentario gastronómico. Bueno, pues la visita a la Albufera valenciana nos sirvió de pretexto este sábado para comer en el restaurante Mornell en El Palmar. Un oasis de buen gusto (en todos los sentidos) dentro del panorama gastronómico de este pueblo que tiene como unos 30 restaurantes, en un termino que tendrá como mucho los 1000 habitantes.
De boca de quien me lleva al lugar voy con los ojos cerrados, así que me deje guiar y comimos de cine. Es un restaurante de cocina tradicional de la zona, cocina valenciana, con muchos arroces, mucho pescado, verdura de la tierra, y un sello personal y creativo.
Pedimos: pan casero tostado, con tomate triturado y un all i oli, unas tellinas muy chiquititas que se comían como pipas, un carpaccio de atún de ventresca ( guaau) y croquetas de bacalao (se agradece que sepan más a bacalao que a bechamel). De plato principal un arroz de verduras y galeras que estaba estupendo, perfecto de punto y sabor, casi puedo decir que como los que se comen en la zona de Alicante. Y de postre resaltar el flan de queso casero, y la suprema de turrón.
Buen servicio, e interesante carta de vinos. Pedimos un blanco de las Rias baixas , un coupage de Albariño y la autóctona Treixidura, que estaba genial, pero no me acuerdo del nombre.
Teléfono 961620336
Un angelo senza ali
Para empezar la semana os dejo esta canción que incluye la BSO de la película italiana Mine Vaganti (Tengo algo que contaros) , el tema se llama : Una notte a Napoli y la interpretan los Pink Martini.
Una notte a Napoli
Con la luna e il mare
Ho incontrato un angelo
Che non poteva più volar
Una notte a Napoli
Delle stelle si scordò
E anche senza ali
In cielo mi portò...
......E dove posso trobare un angelo senza ali?
24 agosto 2011
Berlín, parte 2
Dicen que hay que aprender la lección. Que la historia no ha de repetirse. Sólo hay que dotarla de significado. Tal vez por eso, Berlín recuerda a cada rincón que es lo que pasó en este país. Aunque tal vez no sea tan necesario, la historia de Alemania es tan, tan reciente, que es difícil no recordar. Pero lo que más sorprende es como puede nacer de nuevo , esa capacidad de rediseñarse. Pero si uno lo piensa, no lo tenían muy difícil, esta es tierra de genios como Lucien Freud, Ernst Lubitsch, Helmut Newton, los hermanos Grimm, Albert Einstein o Marlene Dietrich. Por Berlín es fácil pasear e ir hilvanando los capítulos de su historia: el nazismo, la guerra fría, el bloqueo, el muro.... A mi especialmente me ha gustado el significado del edificio de la Nueva Guardia, en cuyo interior se puede ver una escultura, una pietat, una madre sosteniendo a su hijo muerto. Me contaron la historia. La escultura es de Kathe Kollwitz, quien vivió dos guerras mundiales, en la primera perdió a un hijo, en la segunda a su marido, y a su nieto. Esta escultura tiene un lucernario abierto, cuando llueve, la única que se moja es la escultura y parece que llora. Bajo la escultura hay cuatro cuadrados , en ellos se guarda tierra de 9 campos de batalla, 9 campos de concentración, las cenizas de un soldado desconocido y las de un preso de un campo de exterminio. Tal vez no sea tan impresionante como el Monumento al Holocausto (construido encima del bunke donde se suicida Hitler) con sus enormes bloques de granito , pero para mi es mucho más sentido. Como emociona oir las historias de la gente que del día a la mañana (eso tardaron en levantar el muro) se quedaron sin ver a hijos, familiares o amigos. O más todavía, las historias de los que se las ingeniaron para saltarlo, como la famosa foto del soldado que salta la alambrada aprovechando que su compañero, con quien hace la guardia para que nadie escape, está despistado.
Este agosto se han cumplido los 50 años de la construcción del muro. Y ahora mismo en muchos puntos de la capital alemana hay exposiciones. Un buen momento para ir.
Este agosto se han cumplido los 50 años de la construcción del muro. Y ahora mismo en muchos puntos de la capital alemana hay exposiciones. Un buen momento para ir.
23 agosto 2011
Berlín, parte 1
Hay ciudades que viven de su historia. Ciudades que son lo que son por lo que fueron. Pero, llego a Berlín y me encuentro una ciudad que es lo que es, porque su historia es todavía su hoy. No hace mucho el alcalde de Berlín dijo aquello de: Berlín es pobre pero sexy. Y sólo hay que pisar sus calles para dejarse seducir por una de las urbes con más encanto de toda Europa. Una ciudad destruida y reconstruida como un Legoland gigante. Yo sólo he estado cinco días pero prometo que volveré, porque Berlín es inabarcable y quedan pendientes mil cosas. Pero os dejo unos apuntes rápidos e imprescindibles por si os sirven de ayuda.
El primer día se debe hacer una visita guiada para comprender a pie de calle los porqués de esta ciudad. Os recomiendo la agencia Cultourberlin y el guia Ricard. Salen todos los días visitas guiadas diferentes a las 10 de la mañana en la Torre de TV de Alexanderplatz. Hay un tour básico, pero otros muy recomendables como el especial Guerra Fria y Muro, campo de concentración de Sachsenhausen, o el del barrio judío.
Si os interesa la arquitectura dar una vuelta en barco por el Spree. Os hacéis una idea de la ciudad y es un paseo muy agradable. Y ya, con una visión en conjunto, estáis preparados para perderos por la ciudad.
Aprovechar la excusa de estar en Berlín para romper la dieta y beber cerveza y comer salchichas, como la popular currywurst, pero hay otras cocinadas con cerveza o vino que están de impresión. La guarnición con chucrut o puré de guisantes también muy aconsejables. No dejar de probar el eisbein (codillo de cerdo) y una especie de albondigas gigantes, las verhandlungs. Recomiendo cenar una noche en Zeugen Aussage, el sitio es muy auténtico. Tampoco olvidar probar el pastel de manzana, el strudel de manzana. Comer es barato, pero las bebidas, ya sea agua, cola o cerveza no bajan de los 3 euros.
Pasear en bici o caminando por el Tiergarten, antiguo pabellón real de caza y verdadero pulmón verde que los berlinese saben disfrutar. No volver sin echar la siesta en alguno de los rincones de este macro jardín. Pasear también por las orillas del rio, donde las hamacas de los barecitos que ponen en verano invitan a quedarte. A los berlineses les encanta tomar el sol al lado del rio.
Reservar la visita a la cúpula del Reichtag, diseñada por Norman Foster, días antes de ir a Berlín, es difícil conseguir entrada si es verano. Berlín está petado de turistas.
Bueno, mañana os hablo de más cosas: del muro, del holocausto, de la mania de los berlineses por disfrazarse los fines de semana....
El primer día se debe hacer una visita guiada para comprender a pie de calle los porqués de esta ciudad. Os recomiendo la agencia Cultourberlin y el guia Ricard. Salen todos los días visitas guiadas diferentes a las 10 de la mañana en la Torre de TV de Alexanderplatz. Hay un tour básico, pero otros muy recomendables como el especial Guerra Fria y Muro, campo de concentración de Sachsenhausen, o el del barrio judío.
Si os interesa la arquitectura dar una vuelta en barco por el Spree. Os hacéis una idea de la ciudad y es un paseo muy agradable. Y ya, con una visión en conjunto, estáis preparados para perderos por la ciudad.
Aprovechar la excusa de estar en Berlín para romper la dieta y beber cerveza y comer salchichas, como la popular currywurst, pero hay otras cocinadas con cerveza o vino que están de impresión. La guarnición con chucrut o puré de guisantes también muy aconsejables. No dejar de probar el eisbein (codillo de cerdo) y una especie de albondigas gigantes, las verhandlungs. Recomiendo cenar una noche en Zeugen Aussage, el sitio es muy auténtico. Tampoco olvidar probar el pastel de manzana, el strudel de manzana. Comer es barato, pero las bebidas, ya sea agua, cola o cerveza no bajan de los 3 euros.
Pasear en bici o caminando por el Tiergarten, antiguo pabellón real de caza y verdadero pulmón verde que los berlinese saben disfrutar. No volver sin echar la siesta en alguno de los rincones de este macro jardín. Pasear también por las orillas del rio, donde las hamacas de los barecitos que ponen en verano invitan a quedarte. A los berlineses les encanta tomar el sol al lado del rio.
Reservar la visita a la cúpula del Reichtag, diseñada por Norman Foster, días antes de ir a Berlín, es difícil conseguir entrada si es verano. Berlín está petado de turistas.
Bueno, mañana os hablo de más cosas: del muro, del holocausto, de la mania de los berlineses por disfrazarse los fines de semana....
16 agosto 2011
Frase para hoy
"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida".
El Quijote. Miguel de Cervantes.
El Quijote. Miguel de Cervantes.
09 agosto 2011
El caso Farewell, una de espias para el verano
No soy mucho de películas de espias, pero los dos protagonista de El caso Farewell me empujaban a ir a verla. Los dos son actores-directores. Y seguramente la química y la interpretación de los dos es lo mejor de la película. Son el francés Guillaume Canet (hace poco deje aquí comentario de su último filme como director, la estupenda Pequeñas mentiras sin importancia )y Emir Kusturica, el serbio autor de Gato negro, gato blanco.
El caso Farewell está basada en unos hechos reales, la noticia que sacudió a la prensa francesa: el presidente François Mitterrand había expulsado a 47 funcionarios de la inteligencia soviética. Esta expulsión estaba relacionada con la información que el gobierno francés tenía a través de una única fuente de información soviética, el coronel de la KGB, Sergei Grigoriev, alias “Farewell”. Éste, desencantado con el régimen de Brezhnev, se pone en contacto con un joven ingeniero francés en Moscú, Pierre Froment, a quien le hace llegar documentos secretos. Esta información que contiene detalles sobre la red de espionaje que la Unión Soviética tiene desplegada en los países occidentales, cambiará el rumbo de la historia que acabaría con la caída de Muro de Berlín en 1989, y se convertirá en el caso de espionaje más importante de la Guerra Fría.
A pesar de ser de espias, que siempre son pelis muy enmarañadas, El caso Farewell es una película que se entiende a la perfeción, supongo que también ayuda que los hechos los hemos llegado a conocer casi de primera mano. Hay dos o tres cositas en el filme un poco absurdas o poco creibles, pero en conjunto vale la pena, pasas un buen rato.
08 agosto 2011
Una de micro-cuentos veraniegos
Ya habían pasado los primeros cinco días de las vacaciones y Maria continuaba sin dejarse ver en bikini. Un día un pareo. Al siguiente una larga camisola. No dejaría nunca que sus amigos le leyeran el tatuaje. Leopoldo había sido siempre el tonto de la clase.
Filetes empanados, tortila de patata, melón. Todo listo, como cada verano, dijo Fina a sus amigas. Y todas salieron del hormiguero dispuestas al gran festín.
Ella se baña. Él espera en el chiringuito. Pasa la lengua por la piel. Sabe a limón y sal: la devoraría. Un bocado, y se come media sardina.
La hamaca colgaba entre dos robles del jardín. Juan sesteaba; en cada vaivén se repetía la gran pregunta: ¿melón o sandía? , ¿Sandía o melón?
Cinco de la tarde: !Pam,pam!, sonaron las detonaciones en el chiringuito. "Te dije al pilpil, cabrón, al pilpil! !Hace más de dos horas!
Aquellos veranos eran el espacio inmenso que mediaba entre el día que salías del colegio y el que volvías. En medio, !la libertad!
* El primer microrelato es mio, los siguientos son una selección del concurso "En pocas palabras" de El País
03 agosto 2011
Los porqués del hambre
La crisis de alimentos en África y la hambruna en Somalia en particular son resultado de una globalización al servicio de intereses privados. Comida hay, así que el problema no es de producción, sino de acceso.
Vivimos en un mundo de abundancia. Hoy se produce comida para 12.000 millones de personas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cuando en el planeta habitan 7.000. Comida, hay. Entonces, ¿por qué una de cada siete personas en el mundo pasa hambre?
La emergencia alimentaria que afecta a más de 10 millones de personas en el Cuerno de África ha vuelto a poner de actualidad la fatalidad de una catástrofe que no tiene nada de natural. Sequías, inundaciones, conflictos bélicos... contribuyen a agudizar una situación de extrema vulnerabilidad alimentaria, pero no son los únicos factores que la explican.
La situación de hambruna en el Cuerno de África no es novedad. Somalia vive una situación de inseguridad alimentaria desde hace 20 años. Y, periódicamente, los medios de comunicación remueven nuestros confortables sofás y nos recuerdan el impacto dramático del hambre en el mundo. En 1984, casi un millón de personas muertas en Etiopía; en 1992, 300.000 somalíes fallecieron a causa del hambre; en 2005, casi cinco millones de personas al borde de la muerte en Malaui, por solo citar algunos casos.
El hambre no es una fatalidad inevitable que afecta a determinados países. Las causas del hambre son políticas. ¿Quiénes controlan los recursos naturales (tierra, agua, semillas) que permiten la producción de comida? ¿A quiénes benefician las políticas agrícolas y alimentarias? Hoy, los alimentos se han convertido en una mercancía y su función principal, alimentarnos, ha quedado en un segundo plano.
Se señala a la sequía, con la consiguiente pérdida de cosechas y ganado, como uno de los principales desencadenantes de la hambruna en el Cuerno de África, pero ¿cómo se explica que países como Estados Unidos o Australia, que sufren periódicamente sequías severas, no padezcan hambrunas extremas? Evidentemente, los fenómenos meteorológicos pueden agravar los problemas alimentarios, pero no bastan para explicar las causas del hambre. En lo que respecta a la producción de alimentos, el control de los recursos naturales es clave para entender quién y para qué se produce.
En muchos países del Cuerno de África, el acceso a la tierra es un bien escaso. La compra masiva de suelo fértil por parte de inversores extranjeros (agroindustria, Gobiernos, fondos especulativos...) ha provocado la expulsión de miles de campesinos de sus tierras, disminuyendo la capacidad de estos países para autoabastecerse. Así, mientras el Programa Mundial de Alimentos intenta dar de comer a millones de refugiados en Sudán, se da la paradoja de que Gobiernos extranjeros (Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Corea...) les compran tierras para producir y exportar alimentos para sus poblaciones.
Asimismo, hay que recordar que Somalia, a pesar de las sequías recurrentes, fue un país autosuficiente en la producción de alimentos hasta finales de los años setenta. Su soberanía alimentaria fue arrebatada en décadas posteriores. A partir de los años ochenta, las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para que el país pagara su deuda con el Club de París, forzaron la aplicación de un conjunto de medidas de ajuste. En lo que se refiere a la agricultura, estas implicaron una política de liberalización comercial y apertura de sus mercados, permitiendo la entrada masiva de productos subvencionados, como el arroz y el trigo, de multinacionales agroindustriales norteamericanas y europeas, quienes empezaron a vender sus productos por debajo de su precio de coste y haciendo la competencia desleal a los productores autóctonos. Las devaluaciones periódicas de la moneda somalí generaron también el alza del precio de los insumos y el fomento de una política de monocultivos para la exportación forzó, paulatinamente, al abandono del campo. Historias parecidas se dieron no solo en países de África, sino también en América Latina y Asia.
La subida del precio de cereales básicos es otro de los elementos señalados como detonante de las hambrunas en el Cuerno de África. En Somalia, el precio del maíz y el sorgo rojo aumentó un 106% y un 180% respectivamente en tan solo un año. En Etiopía, el coste del trigo subió un 85% con relación al año anterior. Y en Kenia, el maíz alcanzó un valor 55% superior al de 2010. Un alza que ha convertido a estos alimentos en inaccesibles. Pero, ¿cuáles son las razones de la escalada de los precios? Varios indicios apuntan a la especulación financiera con las materias primas alimentarias como una de las causas principales.
El precio de los alimentos se determina en las Bolsas de valores, la más importante de las cuales, a nivel mundial, es la de Chicago, mientras que en Europa los alimentos se comercializan en las Bolsas de futuros de Londres, París, Ámsterdam y Fráncfort. Pero, hoy día, la mayor parte de la compra y venta de estas mercancías no corresponde a intercambios comerciales reales. Se calcula que, en palabras de Mike Masters, del hedge fund Masters Capital Management, un 75% de la inversión financiera en el sector agrícola es de carácter especulativo. Se compran y venden materias primas con el objetivo de especular y hacer negocio, repercutiendo finalmente en un aumento del precio de la comida en el consumidor final. Los mismos bancos, fondos de alto riesgo, compañías de seguros, que causaron la crisis de las hipotecas subprime, son quienes hoy especulan con la comida, aprovechándose de unos mercados globales profundamente desregularizados y altamente rentables.
La crisis alimentaria a escala global y la hambruna en el Cuerno de África en particular son resultado de la globalización alimentaria al servicio de los intereses privados. La cadena de producción, distribución y consumo de alimentos está en manos de unas pocas multinacionales que anteponen sus intereses particulares a las necesidades colectivas y que a lo largo de las últimas décadas han erosionado, con el apoyo de las instituciones financieras internacionales, la capacidad de los Estados del sur para decidir sobre sus políticas agrícolas y alimentarias.
Volviendo al principio, ¿por qué hay hambre en un mundo de abundancia? La producción de alimentos se ha multiplicado por tres desde los años sesenta, mientras que la población mundial tan solo se ha duplicado desde entonces. No nos enfrentamos a un problema de producción de comida, sino a un problema de acceso. Como señalaba el relator de la ONU para el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, en una entrevista a EL PAÍS: "El hambre es un problema político. Es una cuestión de justicia social y políticas de redistribución".
Si queremos acabar con el hambre en el mundo es urgente apostar por otras políticas agrícolas y alimentarias que coloquen en su centro a las personas, a sus necesidades, a aquellos que trabajan la tierra y al ecosistema. Apostar por lo que el movimiento internacional de La Vía Campesina llama la "soberanía alimentaria", y recuperar la capacidad de decidir sobre aquello que comemos. Tomando prestado uno de los lemas más conocidos del Movimiento 15-M, es necesaria una "democracia real, ya" en la agricultura y la alimentación.
El artículo leído en El País es de Esther Vivas, del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, es autora de Del campo al plato. Los circuitos de producción y distribución de alimentos.
Vivimos en un mundo de abundancia. Hoy se produce comida para 12.000 millones de personas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cuando en el planeta habitan 7.000. Comida, hay. Entonces, ¿por qué una de cada siete personas en el mundo pasa hambre?
La emergencia alimentaria que afecta a más de 10 millones de personas en el Cuerno de África ha vuelto a poner de actualidad la fatalidad de una catástrofe que no tiene nada de natural. Sequías, inundaciones, conflictos bélicos... contribuyen a agudizar una situación de extrema vulnerabilidad alimentaria, pero no son los únicos factores que la explican.
La situación de hambruna en el Cuerno de África no es novedad. Somalia vive una situación de inseguridad alimentaria desde hace 20 años. Y, periódicamente, los medios de comunicación remueven nuestros confortables sofás y nos recuerdan el impacto dramático del hambre en el mundo. En 1984, casi un millón de personas muertas en Etiopía; en 1992, 300.000 somalíes fallecieron a causa del hambre; en 2005, casi cinco millones de personas al borde de la muerte en Malaui, por solo citar algunos casos.
El hambre no es una fatalidad inevitable que afecta a determinados países. Las causas del hambre son políticas. ¿Quiénes controlan los recursos naturales (tierra, agua, semillas) que permiten la producción de comida? ¿A quiénes benefician las políticas agrícolas y alimentarias? Hoy, los alimentos se han convertido en una mercancía y su función principal, alimentarnos, ha quedado en un segundo plano.
Se señala a la sequía, con la consiguiente pérdida de cosechas y ganado, como uno de los principales desencadenantes de la hambruna en el Cuerno de África, pero ¿cómo se explica que países como Estados Unidos o Australia, que sufren periódicamente sequías severas, no padezcan hambrunas extremas? Evidentemente, los fenómenos meteorológicos pueden agravar los problemas alimentarios, pero no bastan para explicar las causas del hambre. En lo que respecta a la producción de alimentos, el control de los recursos naturales es clave para entender quién y para qué se produce.
En muchos países del Cuerno de África, el acceso a la tierra es un bien escaso. La compra masiva de suelo fértil por parte de inversores extranjeros (agroindustria, Gobiernos, fondos especulativos...) ha provocado la expulsión de miles de campesinos de sus tierras, disminuyendo la capacidad de estos países para autoabastecerse. Así, mientras el Programa Mundial de Alimentos intenta dar de comer a millones de refugiados en Sudán, se da la paradoja de que Gobiernos extranjeros (Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Corea...) les compran tierras para producir y exportar alimentos para sus poblaciones.
Asimismo, hay que recordar que Somalia, a pesar de las sequías recurrentes, fue un país autosuficiente en la producción de alimentos hasta finales de los años setenta. Su soberanía alimentaria fue arrebatada en décadas posteriores. A partir de los años ochenta, las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para que el país pagara su deuda con el Club de París, forzaron la aplicación de un conjunto de medidas de ajuste. En lo que se refiere a la agricultura, estas implicaron una política de liberalización comercial y apertura de sus mercados, permitiendo la entrada masiva de productos subvencionados, como el arroz y el trigo, de multinacionales agroindustriales norteamericanas y europeas, quienes empezaron a vender sus productos por debajo de su precio de coste y haciendo la competencia desleal a los productores autóctonos. Las devaluaciones periódicas de la moneda somalí generaron también el alza del precio de los insumos y el fomento de una política de monocultivos para la exportación forzó, paulatinamente, al abandono del campo. Historias parecidas se dieron no solo en países de África, sino también en América Latina y Asia.
La subida del precio de cereales básicos es otro de los elementos señalados como detonante de las hambrunas en el Cuerno de África. En Somalia, el precio del maíz y el sorgo rojo aumentó un 106% y un 180% respectivamente en tan solo un año. En Etiopía, el coste del trigo subió un 85% con relación al año anterior. Y en Kenia, el maíz alcanzó un valor 55% superior al de 2010. Un alza que ha convertido a estos alimentos en inaccesibles. Pero, ¿cuáles son las razones de la escalada de los precios? Varios indicios apuntan a la especulación financiera con las materias primas alimentarias como una de las causas principales.
El precio de los alimentos se determina en las Bolsas de valores, la más importante de las cuales, a nivel mundial, es la de Chicago, mientras que en Europa los alimentos se comercializan en las Bolsas de futuros de Londres, París, Ámsterdam y Fráncfort. Pero, hoy día, la mayor parte de la compra y venta de estas mercancías no corresponde a intercambios comerciales reales. Se calcula que, en palabras de Mike Masters, del hedge fund Masters Capital Management, un 75% de la inversión financiera en el sector agrícola es de carácter especulativo. Se compran y venden materias primas con el objetivo de especular y hacer negocio, repercutiendo finalmente en un aumento del precio de la comida en el consumidor final. Los mismos bancos, fondos de alto riesgo, compañías de seguros, que causaron la crisis de las hipotecas subprime, son quienes hoy especulan con la comida, aprovechándose de unos mercados globales profundamente desregularizados y altamente rentables.
La crisis alimentaria a escala global y la hambruna en el Cuerno de África en particular son resultado de la globalización alimentaria al servicio de los intereses privados. La cadena de producción, distribución y consumo de alimentos está en manos de unas pocas multinacionales que anteponen sus intereses particulares a las necesidades colectivas y que a lo largo de las últimas décadas han erosionado, con el apoyo de las instituciones financieras internacionales, la capacidad de los Estados del sur para decidir sobre sus políticas agrícolas y alimentarias.
Volviendo al principio, ¿por qué hay hambre en un mundo de abundancia? La producción de alimentos se ha multiplicado por tres desde los años sesenta, mientras que la población mundial tan solo se ha duplicado desde entonces. No nos enfrentamos a un problema de producción de comida, sino a un problema de acceso. Como señalaba el relator de la ONU para el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, en una entrevista a EL PAÍS: "El hambre es un problema político. Es una cuestión de justicia social y políticas de redistribución".
Si queremos acabar con el hambre en el mundo es urgente apostar por otras políticas agrícolas y alimentarias que coloquen en su centro a las personas, a sus necesidades, a aquellos que trabajan la tierra y al ecosistema. Apostar por lo que el movimiento internacional de La Vía Campesina llama la "soberanía alimentaria", y recuperar la capacidad de decidir sobre aquello que comemos. Tomando prestado uno de los lemas más conocidos del Movimiento 15-M, es necesaria una "democracia real, ya" en la agricultura y la alimentación.
El artículo leído en El País es de Esther Vivas, del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, es autora de Del campo al plato. Los circuitos de producción y distribución de alimentos.
02 agosto 2011
El hombre de al lado
Esta es la historia de una pared que separa dos mundos. Una pared que separa sensibilidades, economías, y lealtades. Es la historia de dos vecinos condenados a entenderse, dos mundos opuestos encerrados en una misma condición humana.
El hombre de al lado es una tragicomedia entretenida e inteligente, de magnificas interpretaciones, diálogos cuidados y un buen guión con sus momentos cómicos y todo.
Los directores argentinos, Mariano Cohn y Gastón Duprat, también les han dado protagonismo, como un actor más, al edificio donde vive Leonardo, el edificio Curutchet, construido por Le Corbusier en Argentina. Los puntos de vista de la càmara, el montaje, el sonido, la fotografía…todo parece estar impregnado por el estilo de la casa, como si Le Corbusier o de Miles Van der Roe, hubieran colaborado en la peli.
La película cuenta la historia de Leonardo, un diseñador snob y superficial al que le ha tocado un vecino "tocacojones" que quiere hacerse una ventana en una pared que da a su casa. El vecino es Víctor, un vulgar y amenazador vendedor, que quiere “unos rayitos de sol” para su vivienda. Cara y cruz de una misma condición de vileza moral.
Recomendable.
El hombre de al lado es una tragicomedia entretenida e inteligente, de magnificas interpretaciones, diálogos cuidados y un buen guión con sus momentos cómicos y todo.
Los directores argentinos, Mariano Cohn y Gastón Duprat, también les han dado protagonismo, como un actor más, al edificio donde vive Leonardo, el edificio Curutchet, construido por Le Corbusier en Argentina. Los puntos de vista de la càmara, el montaje, el sonido, la fotografía…todo parece estar impregnado por el estilo de la casa, como si Le Corbusier o de Miles Van der Roe, hubieran colaborado en la peli.
La película cuenta la historia de Leonardo, un diseñador snob y superficial al que le ha tocado un vecino "tocacojones" que quiere hacerse una ventana en una pared que da a su casa. El vecino es Víctor, un vulgar y amenazador vendedor, que quiere “unos rayitos de sol” para su vivienda. Cara y cruz de una misma condición de vileza moral.
Recomendable.
01 agosto 2011
Un gato, unas palomas y DSK
Esta madrugada, cuando estaba yo colocando las calles en su sitio, en esta ciudad donde me ha tocado vivir, camino del curro, me he encontrado con un gato en plena cacería. Un gato de esos que los norteamericanos en las películas llaman “calcetines”. De esos negros con las cuatro patitas enfundadas en un pelaje totalmente blanco. El animal estaba tenso, preparado para lanzarse sobre su presa. Las palomas del paseo, posadas sobre las baldosas, estaban totalmente despistadas. Algún sigiloso movimiento del minino, que a oídos de ellas, habrá sonado a estruendo en la silenciosa noche, les ha hecho ponerse en alerta. De inmediato han desplegado alas y han desaparecido parterre arriba en busca de un lugar a salvo del endemoniado e inesperado ataque.
Bien, pues aunque parezca totalmente increíble y surrealista, todo este episodio, me ha recordado inmediatamente al también endemoniado e inesperado intento de violación en el hotel Sofitel de Nueva York, padecido por Nafissatou Diallo.
Supongo que la lectura, antes de quedarme dormida, de un artículo en El País sobre el caso, ha hecho que relacionara estas dos historias. Y es que las semejanzas son evidentes.
El gato, efectivamente es el ex-director del FMI, Dominique Strauss-Kahn ( ya conocido por todos como DSK) y la paloma, la camarera. negra, guineana y puta ( todos esos adjetivos así mezcladitos lo utilizan medios tan respetables como los periódicos de Murdoch) . En fin, la persecución por el parterre de flores “estilo Sonia Castedo” ( conocidas por sus campañas de Alicante: Guapa, guapa, guapa) seguro que no ha desmerecido de los dos intentos de violación ( uno en el dormitorio, otro en el baño) que padeció esta señora por la suite presidencial donde se alojaba DSK.
Pues eso, el gato “calcetines” y el “machote” DSK sacan a relucir sus dotes de cazador. El minino tiene atenuantes: lo hace con nocturnidad y alevosía. DSK a plena luz del día. Se ve tan poderoso que no le asusta nada. El gato, después de su fracaso me maulló cariacontecido. Lo sentí por él, como me recordaba a DSK, no me dio ni pizquita de lástima.
(PD: habréis podido observar que en ningún momento hablo de DSK como presunto, no me da la gana)
Bien, pues aunque parezca totalmente increíble y surrealista, todo este episodio, me ha recordado inmediatamente al también endemoniado e inesperado intento de violación en el hotel Sofitel de Nueva York, padecido por Nafissatou Diallo.
Supongo que la lectura, antes de quedarme dormida, de un artículo en El País sobre el caso, ha hecho que relacionara estas dos historias. Y es que las semejanzas son evidentes.
El gato, efectivamente es el ex-director del FMI, Dominique Strauss-Kahn ( ya conocido por todos como DSK) y la paloma, la camarera. negra, guineana y puta ( todos esos adjetivos así mezcladitos lo utilizan medios tan respetables como los periódicos de Murdoch) . En fin, la persecución por el parterre de flores “estilo Sonia Castedo” ( conocidas por sus campañas de Alicante: Guapa, guapa, guapa) seguro que no ha desmerecido de los dos intentos de violación ( uno en el dormitorio, otro en el baño) que padeció esta señora por la suite presidencial donde se alojaba DSK.
Pues eso, el gato “calcetines” y el “machote” DSK sacan a relucir sus dotes de cazador. El minino tiene atenuantes: lo hace con nocturnidad y alevosía. DSK a plena luz del día. Se ve tan poderoso que no le asusta nada. El gato, después de su fracaso me maulló cariacontecido. Lo sentí por él, como me recordaba a DSK, no me dio ni pizquita de lástima.
(PD: habréis podido observar que en ningún momento hablo de DSK como presunto, no me da la gana)
Uno de agosto
Se me ha hecho muy largo este mes de julio. Más que ningún otro verano. Y es que ya no puedo más. Y eso que está siendo un verano calentito, informativamente hablando , y no tengo tiempo ni para reflexionar en las razones que han hecho de este séptimo mes del año un coñazo insoportable.
Supongo que necesito un paréntesis en este 2011. Que por otro lado está portándose como todo un señor, la verdad es que me quejo por vicio. Pienso ahora mismo en el 2010 a estas mismas alturas del almanaque, y me recuerdo llorando y llorando como alma que lleva el diablo.
La verdad es qué como pueden cambiar las cosas de una año para otro. En un momento te quieres morir y en el mismo momento, doce meses más allá, la vida te sonríe. Y es que la vida a veces no tienes por donde cogerla. Tal vez por eso se me hace largo este julio, por que las expectativas que tengo por delante no me dejan concentrarme y relajarme. Quiero que llegue ya ese bendito final de agosto y ese septiembre redentor, esperanzador y merecido. Doblemente merecido, por este año y por el pasado. Por lo buena que estoy siendo este 2011, y por lo mal que me lo hicieron pasar el 2010.
Pongo el reloj en la cuenta marcha atrás.
Supongo que necesito un paréntesis en este 2011. Que por otro lado está portándose como todo un señor, la verdad es que me quejo por vicio. Pienso ahora mismo en el 2010 a estas mismas alturas del almanaque, y me recuerdo llorando y llorando como alma que lleva el diablo.
La verdad es qué como pueden cambiar las cosas de una año para otro. En un momento te quieres morir y en el mismo momento, doce meses más allá, la vida te sonríe. Y es que la vida a veces no tienes por donde cogerla. Tal vez por eso se me hace largo este julio, por que las expectativas que tengo por delante no me dejan concentrarme y relajarme. Quiero que llegue ya ese bendito final de agosto y ese septiembre redentor, esperanzador y merecido. Doblemente merecido, por este año y por el pasado. Por lo buena que estoy siendo este 2011, y por lo mal que me lo hicieron pasar el 2010.
Pongo el reloj en la cuenta marcha atrás.
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