Llevo tres semanas intentando ir a ver la última de Michael Haneke (Amor) pero como me han advertido de la dureza de la historia, y bastante cara de funeral llevo ya, decidí ir a ver algo más ligero. Elegí El lado bueno de las cosas,a medio camino entre la comedia dramàtica con pinceladas de romàntica (que no pastelazo) , un guión escrito a partir de la novela de Matthew Quick .
La historia trata del encuentro, derivado en relación, de dos personas con altibajos o taras psicológicas ( que a todos se nos va el tarro de vez en cuando) que al final encajan como esas muñequitas rusas. Es una historia de aceptació personal y también un tira y afloja de dos personas con unas necesidades afectivas más urgentes que los gatillazos mentales.
El protagonista es Pat (Bradley Cooper) que acaba de salir de una institución mental y su meta es recuperar el amor de su mujer, sin preveer que puede conocer en el camino a Tiffany (jennifer Lawrence .
La pareja protagonista está espéctacular (están nominados al Oscar) , muy buenos también todos los secundarios, la familia de él, con Robert de Niro a la cabeza.
El lado bueno de las cosas mantiene el interés del espectador durante el desarrollo de la historia grácias a el sentido del humor y al buen rollo.
Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
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