La explicación es que diversos compuestos presentes en esta bebida fermentada, como los polifenoles (antioxidantes naturales), los flavonoides y el silicio, parece que contribuyen a la reserva y regeneración del hueso.
Los médicos de este estudio han incidido en que la ingesta moderada de cerveza en adultos sanos (1 o 2 cañas para las mujeres y 2 o 3 para los hombres) como "complemento" de una vida saludable (hacer ejercicio físico, no fumar, no consumir alcohol de forma abusiva y una comida variada y equilibrada) puede ayudar a la salud ósea.
Actualmente, existen numerosas investigaciones que relacionan la ingesta moderada de cerveza, siempre por adultos sanos, con la mejora de la salud cardiovascular, la salud ósea o el sistema inmune, preferiblemente cuando se consume en compañía de alimentos y en el marco de una alimentación sana y equilibrada, como es el caso de la dieta mediterránea.
Pues eso, que pese más lo positivo que lo negativo. Que ya no me culpabiliza la caña de turno, con el rollo de las calorias que tiene, que lo hago por mi esqueleto.
Por mis huesitos, camarero, que esta ronda la pago yo.
(información recogida de EFE)
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