Vuelve Woody Allen a la gran pantalla y yo, fiel seguidora del maestro, no dejo de acudir a su cita. Esta vez con Magia a la luz de la luna nos transporta al sur de Francia en los años 20. Allí un ilusionista incrédulo y pragmático (Colin Firth) , que además trabaja ocultando su identidad disfrazado de chino, intentará desenmascarar a una medium, la joven vidente Sophie Baker ( Emma Stone). ¿Será ella una falsa medium o conseguirá que el mago se convierta a la causa espiritista?
No es la primera vez que el director neoyorquino introduce elementos del mundo del ilusionismo y de los espiritistas. Magos, hipnotizadores y personajes similares han parecido en otras ocasiones entre sus personajes. Incluso es habitual que juege en ese mundo de la fantasia, dónde la realidad da paso a otras "dimensiones" como en La rosa púrpura del Cairo, o Midnight in Paris.
La película respira Woody Allen por los cuatro costados, pero no es de las que dejan huella. Sin ir más atrás en su filmografía, su anterior trabajo, Blue Jasmine, está mejor conseguida. Pero no se le puede pedir genialidad, cuando el maestro rueda casi peli por año.
Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
10 diciembre 2014
09 diciembre 2014
Paseos por la Costa Blanca: Polop y su cementerio literario
Al fondo el Ponoig, el León Dormido de Gabriel Miró |
Ilustre vecino de este pueblo fue el escritor alicantino Gabriel Miró, allí pasó algunos veranos de la década de los 20 del siglo pasado, y allí nacieron muchas páginas de uno de los autores más desconocidos de nuestra literatura.
Y en su labor por recuperar la memoria cultural del escritor alicantino Polop ha reabierto este antiguo cementerio que, clausurado desde 1945, sirvió de inspiración a Gabriel Miró para la confección de una de sus obras más significativas, Años y leguas
(1928) .
En esta novela aparece el huerto de cruces, que identificamos con este lugar, y el protagonista es Sigüenza, que es el alter ego de Miró, pero también aparecen personajes que el escritor fue rescatando de su convivencia con los vecinos y sus paseos por este lugar, como Gasparo, el sepulturero.
"A media mañana, principia a removerse el entierro de Manihuel por el camino del calvario. Las piteras están en flor, tortas de flor amarilla y apretada como girasoles. Zumban las avispas. Cantan los gallos en los estercoleros. La máscara de la quijada de cabrón deja su risa entre las revueltas de los escarabajos. Trae la cruz parroquial un mozo labrador de sotana corta y alpargatas nuevas."
Desde aquí arriba se ve el imponente Ponoig, a quien Gabriel Miró bautizó como el León dormido, pero también vemos todo el valle hasta el mar, y los restos de la fortaleza edificada por el poderoso Al Azrak, y nos imaginamos los capítulos de la Historia con revuelta agermanada contra Carlos I incluida, que casi despobló este lugar. Razones suficientes para un paseo, una mañana soleada de domingo este invierno.
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