Lo que es seguro es que esta segunda película de Carlos Vermut trae aire nuevo a las pantallas, trae ese desafío a lo moralmente correcto, justo cuando fuera de la pantalla, en la calle, lo que se lleva es lo moralmente incorrecto.
No es que sea difícil explicar de que va la película, es que creo que a esta película se ha de ir sin saber mucho, pero de forma resumida podemos decir que Magical Girl es una serie de dibujos de animación japoneses con la que Alicia, una niña de 12 años con leucemia, está obsesionada. Como última voluntad, le pide a su padre, profesor en paro, el carísimo vestido del personaje y para conseguirlo se verá envuelto en una serie de turbios y oscuros chantajes.
Otra de las bazas de la película es el reparto. Un traingulo magistral de actores criados en las tablas del teatro. Luis Bermejo ligado a la compañía de teatro Animalario, Barbara Lennie ( todavía en los cines como la poli de El niño) y José Sacristán ( la "voz" del cine español apuesta en los últimos años por el cine de las nuevas generaciones y de él espero con ganas el estreno de lo último de Isaki Lacuesta) . Estos tres misteriosos personajes evolucionan entre los racional y lo emocional, llegando al límite para proteger lo que es suyo, y dejándo en el aire alguna incógnita (¿que pasó entre Bárbara y Damián?)
Destacar a la debutante Lucía Pollán, de una naturalidad y una mirada inquietantes.
También me ha gustado la narrativa audiovisual muy personal y sugerente, con una composición de planos y un uso de la música que me recuerda a las BSO de Almodóvar. Sólo pongo pegas al bajón del ritmo en la segunda mitad de la cinta, aunque se recupera más tarde.
Magical Girl fue en el pasado festival de San Sebastián, Concha de Oro a la mejor película y plata al mejor director.
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