Puede que estemos ante una de las mejores películas de este 2013. La crítica lo avala y el público también, al menos en su país, Italia, donde ya la han visto millón y medio de espectadores. Se trata de La mejor oferta, la última película de Giuseppe Tornatore, el director de Cinema Paradiso.
Fui a verla ayer. Lunes y última sesión del día, y la sala bastante llena para la ocasión. Fue mi primera sorpresa de la noche. El resto empezó nada más iluminarse la pantalla. Metraje de dos horas que pasa sin tiempo para un respiro. Te metes en la historia de lleno. Vuelve un Giuseppe Tornatore intenso, con una historia inteligente, inquietante y misteriosa. Un Tornatore en clave suspense con una fotografia e iluminación perfectas, arrulladas por la música de Morricone.
El protagonista de La mejor oferta es Virgil Oldman, un coleccionista, tasador y amante del arte. Un enamorado de la belleza femenina cuando está colgada en la pared, pero incapaz de amar cuando esas mujeres se vuelven reales. También posee un ojo privilegiado para distinguir lo auténtico de lo falso, o eso pensaba él. Ya no digo más. Porque no vale la pena contar de que va la peli , os remomiendo verla. Este papel protagonista es para el gran Geoffrey Rush un pedazo de actor que me encantó en dos películas anteriores: Shine y El discurso del Rey.
Lo que más me ha gustado es la parte final. Si durante la película ya estás inquieto e hipnotizado por lo que va pasando, de repente los acontecimientos pegan un giro inesperado. Tanto que llega un momento que me quedé con la boca abierta, casi desolada. Un desenlace perfecto.
El protagonista de La mejor oferta es Virgil Oldman, un coleccionista, tasador y amante del arte. Un enamorado de la belleza femenina cuando está colgada en la pared, pero incapaz de amar cuando esas mujeres se vuelven reales. También posee un ojo privilegiado para distinguir lo auténtico de lo falso, o eso pensaba él. Ya no digo más. Porque no vale la pena contar de que va la peli , os remomiendo verla. Este papel protagonista es para el gran Geoffrey Rush un pedazo de actor que me encantó en dos películas anteriores: Shine y El discurso del Rey.
Lo que más me ha gustado es la parte final. Si durante la película ya estás inquieto e hipnotizado por lo que va pasando, de repente los acontecimientos pegan un giro inesperado. Tanto que llega un momento que me quedé con la boca abierta, casi desolada. Un desenlace perfecto.
Por cierto , recomiendo prestar mucha atención a los detalles de la trama, porque es de esas películas que al final tienes que ir atando cabos, aunque supongo que se han permitido alguna trampa. Licencias aceptadas para esta historia de emociones, falsas... o no.
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