Tiene la fuerza estética de Wong Kar Wai (In the mood for love) , la perturbadora seducción de la Lolita de Nabokov-Kubrick, y el suspense de Hitchcock. Eso si, sin llegar a la maestría de los anteriores referentes; pero Stoker si apunta todas estas maneras y funciona. Así se podría resumir el primer largometraje en Hollywood del coreano Park Chan -Wook. Sin sacar conclusiones, una película que bucea en la naturaleza maligna de la que no pueden escapar sus personajes.
Desde el primer momento ( los créditos iniciales) Chan-Wook juega con nosotros con una estética personal, perturbadora y exquisita ( el plano de transición del peine) que posiblemente pesa tanto en la película que juega en contra de la propia historia narrativa.
Perfecto el trabajo de casting. Fundamental el trabajo de Mia Wasikowska (Alicia en el país de las maravillas, Restless ), su personaje lleva el peso de la historia, uno de esos personajes frios y perturbadores que ayudan a cargar la atmósfera. Ella es India, una joven de clase acomodada que pasa por la fatalidad de perder a su padre en un trágico accidente el día que cumple 18 años. Para ella es una ausencia irreparable porque era la única persona con la que se comunicaba y que la comprendía. Su madre, (Nicole Kidman) ni siquiera le ha cepillado nunca el pelo. Pero de esa soledad viene a rescatarla el hermano del difunto, un tio que creia en Europa y al que apenas conocía. Este es el papel de un inquietante Matthew Goode (Retorno a Brideshead, Mach Point ). Y hasta aqui puedo leer.
No hay comentarios :
Publicar un comentario