Quiero estar aburrida.

¡Quiero estar aburrida!
Hoy mismo, un día después de la obligada jornada de reflexión, yo por llevar la contra, me he puesto a pensar y a cavilar. A mi, que me impongan las cosas, hace que saque la rebotada que llevo dentro. Pues eso, hoy reflexionando, después de haber votado totalmente indignada, me he parado a pensar sólo cinco minutos, porque normalmente no tengo tiempo para semejante lujo, y he llegado a la conclusión que quiero estar aburrida. A sí es. Quiero aburrirme. Necesito aburrirme. Porque aburrirse conlleva una dosis de tiempo que perder, y otra dosis de pasotismo, o menfotisme ilustrado, que ya quisiera yo para mi solaz.
Vivo pegada a una agenda. He pasado un invierno sin apenas media hora diaria para mi. Siempre robando horas al sueño. Siempre contra-reloj. Hasta hay días que he comido por la calle, camino de un sitio hacia otro. Always in a hurry.
Quiero desde aquí reivindicar mi derecho a aburrirme soberanamente. Quiero tener un día o un fin de semana de abajocarme en el sofá de mi casa, de leer siete capítulos seguidos de la novela de turno, de ordenar cajones por el placer de encontrarme cosas olvidadas o perdidas, de arreglar mis plantitas que me piden a gritos unos mimos, o simplemente un riego de urgencia, de actualizar las listas del spotify, de descartar y borrar las fotos del ordenador, de hacer mi real gana.
Quiero estar aburrida. I want to be bored, but I’m not boring.
Y después de estos cinco minutos que he derrochado escribiendo este post me vuelvo a estudiar inglés que mañana tengo examen. Que hartita que estoy!!!