Trending topics electorales

Como en todo en esta vida, desde Justin Bieber a la dieta Dunkan, hay que saber estar en el momento justo y en el sitio oportuno. Y esto también sirve para época de campaña electoral. ¿Y que se lleva este año? ¿Que es trending topic en estas elecciones? Pues por ejemplo, si eres candidata dicharachera, editas una revista a la manera de Ana Rosa Quintana. Y tan monas. Se lleva también mentar a las grandes figuras de la democracia como Castro y Chávez, pero también vale acordarse del abuelo del rival. También queda muy bien estar imputado como un título más del curriculum ( más de 100 imputados van en las listas). Pero lo que más, es hacer pocos debates, ruedas de prensa sin preguntas, y hasta cobrar por asistir a los mitines. Todo muy trending topic.

Lo único que consuela es que son cada cuatro años. Imaginemos que las elecciones fueran cada año. Sería una pesadilla. Una especie de "Día de la marmota" anual. En el "Día de la marmota" se conoce el final del invierno, en el día de las elecciones se conoce quien va a cagarla en los próximos 4 años. Triste, pero es así, no es la fiesta de la democracia, eso es demagogia, es el día que unos cantan su victoria, enardecidos porque la eròtica del poder les acaba de regalar un subidón en la libido, o frotándose las manos por lo que se van a embolsar, y la otra mitad , disimulan diciendo que también han ganado porque patatín, porque patatán (esto último de reconocerse todos como vencedores nunca lo he entendido). Y las promesas, que me decís de las promesa electorales. Ahora todo son promesas, objetivos a cumplir , cosas que hacer. Y después pasan cuatro años y las promesas gone with the wind, que dirían los de Shakespeare. Ahora todos a pasear por el mercado. Pero si no saben a cuanto está el kilo de patatas. Todos a coger el metro. Y después no bajan del coche oficial ni para ir a tirar la basura. Nos queda una semana de pasión, de pasión de sufrimiento, quiero decir. Una semana para el gran día. ¿Y después qué? Reparto de escaños, llanto de feudos perdidos, llaves de gobernabilidad, coaliciones extraterrestes. En fin, un escenario para olvidar. Pero antes asistimos al aluvión de encuestas, a lo que se denomina la intención de voto. Pues yo lo que se dice intención, la verdad es que no tengo. En la intención tiene que haber propósito o voluntad, yo simplemente casi que voy obligada. No quiero que gane el mejor, no lo hay, sino que no gane el peor. Esa seria mi única intención. Y como no pienso perder el próximo sábado en reflexionar, mientras escribo esto lo estoy pensando. Solo quiero mostrar mi descontento, no resignarme 4 años más. Nadie va a devolver la honradez, no nos equivoquemos, nadie va a salvar este chiringuito playero. Este chiringuito donde a un ayuntamiento le toca pagar 3.000 euros a sus concejales por asistir a un pleno que dura dos minutos. Ninguno ha dicho de no cobrar, ni de un partido, ni de otro. No seamos imbeciles, votémos con la cabeza.