Tom se despertó, pero Tim no. Era noche cerrada. "¿Has oído eso?", le preguntó Tom a su hermano, pero Tim sólo tenía dos años e, incluso cuando estaba despierto, no hablaba mucho.
Tom despertó a su padre y le preguntó: "¿Has oído ese ruido?"
¿Qué clase de ruido?, preguntó su padre
Era como el de un monstruo sin brazos ni piernas, pero que intenta moverse, dijo Tom
¿Cómo puede moverse sin brazos ni piernas?
Pues se arrastra, dijo Tom. Se desliza sobre su pelaje.
¡Ah!, pero ¿tiene pelaje?, preguntó el padre.
Avanza apoyándose en los dientes.
¡También tiene dientes!, exclamó el padre
Ya te lo he dicho... ¡Es un monstruo!, insistió Tom.
Pero ¿cómo era exactamente el ruido que te ha despertado?, le preguntó su padre
Era un ruido como si..., como si uno de los vestidos que tiene mamá en el armario estuviera vivo de repente y tratara de bajar del colgador, dijo Tom.
Volvamos a tu habitación y escuchemos el ruido, dijo el padre de Tom
Y allí estaba Tim, que seguía dormido y aún no había oído ningún ruido.
Era un ruido como si alguien quitara los clavos de las tablas, en el suelo, debajo de la cama. Era un ruido como el de un perro que intentara abrir una puerta: tenía la boca húmeda, y por lo tanto no podía agarrar bien el pomo, pero no dejaba de intentarlo, y Tom pensó que al final el perro entraría. Era un ruido como el de un fantasma en el desván, que dejara caer al suelo los cacahuetes que había robado en la cocina.
¡Ahí está otra vez el ruido!", susurró Tom a su padre. "¿Lo has oído?"
Esta vez Tim también se despertó. Era un ruido como el de algo atrapado dentro de la cabecera de la cama. Se estaba comiendo el material para salir de allí, roía la madera.
A Tom le parecía que el sonido era claramente el de un monstruo sin brazos ni piernas que arrastraba su espeso y húmedo pelaje.¡Es un monstruo!", exclamó
Es un ratón que se arrastra entre las paredes, dijo su padre.
Tim lanzó un grito. No sabía qué era un ratón, y le asustaba la idea de un ser con pelaje espeso y húmedo, sin brazos ni piernas, arrastrándose entre las paredes. Además, ¿cómo algo así podía meterse entre las paredes?
Pero Tom le preguntó a su padre si de veras sólo era un ratón.
El padre golpeó la pared con la mano y oyeron cómo el ratón se escabullía
Si vuelve, les dijo a Tom y a Tim, sólo tenéis que golpear la pared.
¡Un ratón que se arrastra Tom. ¡No era más que eso!
Se durmió enseguida, y su padre regresó a la cama y también se durmió, pero Tim se pasó toda la noche en vela, porque no sabía lo que era un ratón y quería estar despierto cuando la criatura que se arrastraba entre las paredes volviera a arrastrarse. Cada vez que creía oír al ratón moviéndose entre las paredes, Tim golpeaba la pared con la mano y el ratón se escabullía, arrastrando su espeso y húmedo pelaje, sin patas delanteras ni traseras.
..y este es el final del cuento.
Este cuento se encuentra escrito dentro de la novela de John Irving, Una mujer dificil
Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
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