Cuando la colmena no anda bien, hay que cambiar a la reina. Es la primera frase de la película Todos tenemos un plan. Y en oírla yo me dije: ¡esto me suena! Será que ya la he visto.
Pero no, no la he visto por mucho que esa profética frase suene tanto estos días. Pero tranquilos que Viggo Mortensen no hace de Rajoy.
En realidad esa frase no guarda ninguna relación con la historia del filme. y hubiera sido todo un detalle, ya que el arranque promete más de lo que luego nos encontramos.
Pero bueno, se trata de la ópera prima de la directora argentina Ana Piterbarg, y le daremos manga ancha. Y la verdad es que mantiene la tensión a lo largo de las casi dos horas de metraje, pero peca en la construcción de los personajes. El personaje de Viggo ( Promesas del Este, La Carretera ) , multiplicado en el papel de dos hermanos gemelos, esconde parte de los motivos que le empujan a obrar como lo hace. El espectador queda huerfano de información. Tampoco el personaje de la gran Soledad Villamil (El secreto de sus ojos) está aprovechado. Te quedas con ganas de que ella vuelva a salir para aclarar algo que se te escapa.
La verdad es que la historia de suplantación de identidad de un hermano rico por uno pobre da pie a un ambiente de thriller que se podía haber aprovechado más. Máxime cuando la ambientación y la fotografía acompañan. Por cierto los interiores están rodados aquí en Alicante, en los platos de la Ciudad de la Luz. Pena que Viggo me dijera que no le daba tiempo a pasar por casa. A la próxima.
Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
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