Hace mucho tiempo, el 25 de abril del 2006, yo escribí en este blog un post sobre el desencanto. Ayer me vino a la cabeza porque volví a oír hablar del desencanto. Fue en boca de Stéphane Hessel, el escritor y diplomático que ahora mismo esta en España presentando su libro !Indignaos!. El no utiliza la palabra desencanto, pero su libro si que transpira desencanto. Hessel en un magnifico librito de apenas 50 páginas retrata esta sociedad desencantada a la que le hace falta que le griten y la despierten. Hessel dice que tenemos motivos de indignación , solo hay que ver todo lo que nos rodea, pero que sin embargo estamos dormidos. Desencantados y callados a la espera de nada y sin la menor predisposición a hacer nada. Indiferentes, sin aliento para comprometernos, para desafiarnos, para indignarnos. Por eso, este miembro de la Resistencia francesa y superviviente de un campo de concentración nazi, nos sacude las conciencias con este “Indignaos”.
Y me gustaría acabar recogiendo el final del libro de Hessel , que recomiendo como lectura obligada:
No, esta amenaza no ha desaparecido del todo. De la misma manera, apelemos todavía a "una verdadera insurección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el del consumo de masas, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”. A aquellos que harán el siglo XXI, les decimos, con todo nuestro afecto: CREAR ES RESISTIR, RESISTIR ES CREAR.
Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
7 comentarios :
Me sorprende que estas reflexiones vengan de periodistas que trabajan para la televisión más manipuladora y corrupta que existe. Indignados estamos, sí.
Gracias por la entrada Pilar, tiene buena pinta el librito.
En mi opinión,la sociedad se ha acomodado a la vida light, a que la realidad se racionalice, se atenúe para no dañar, para que no roce la piel de las personas. Tanto canalizar la frustración, controlar la ira y atemperar las emociones nos vuelve frágiles y nos desmotiva, nos priva de algo esencial para el ser humano, la pasión. Así que una dosis de indignación no viene mal para remover las aguas y que no se estanquen.
Mentxu
Así es Mentxu : Pasión + indiganción - conformismo + motivación = libertad
Indignada estic cada dia més! dels mitjans de comunicació, de la desigualtat, de Berlusconi, de tots els polítics hipòcrites q ara defensen la guerra de Libia, de la misèria del món ... el q em faltaria es saber com canalitzar la indignació per que siga mínimament útil!
Eixe és el nostre deure, pensar com podem fer útil eixa indignació, px segur que trobarem el camí, només cal buscar-lo.
Raúl Ibáñez Martínez ya estaba indignado mucho antes de leer a Hessel.
Ver: Y Raúl cogió la pancarta... Diario de Burgos digital.
Olé por Raul. Su indignación le ha llevado a pelear por lo que cree justo, aunque no le toque directamente. Con más merito.
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