Salgo de ver Buscando a Eric y confirmo para mi satisfacción que Ken Loach sigue siendo Ken Loach. Pero es más, en esta ocasión su cine social se ha dejado dulcificar por un guiño de complicidad con el espectador (a través de la imaginación), y por un desenlace "chapeau" que deja muy buen sabor de boca.
Estuve a punto de no ir a verla por si era demasiado futbolera. Os cuento,la pelí fue una propuesta del ex-delantero del Manchester United, Eric Cantona. Esta estrella del fútbol se puso en contacto con Loach y su guionista habitual, Paul Laverty, para sugerirles una historia sobre su relación con un hincha. A partir de ahí, Laverty creó un guión en el que el futbolista se convierte en el consejero fantasma que ayuda a un funcionario de correos a reconducir su vida.
La peli es una defensa de la amistad, también es una tragicomedia sobre el poder del optimismo y la superación. Y para eso, como marca de la casa, el director se vale de esas conversaciones corales, esos "vámonos de pintas" que las penas entre todos son menos. Y le sale bien. El trabajo de casting es perfecto, es el habitual reflejo de la reaalidad social que siempre describe Loach ( LLoviendo Piedras o Riff-raff)
También destacar el papel de Eric Cantona, las confesiones del futbolista, sus consejos y proverbios("El perdón es la más noble de las venganzas")van oxigenando la tensión de la trama.
Vaya, que me ha gustado.
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