las bibliotecas de Aído

Con el permiso de todos mis lectores este post lo escribo desde mi condición de persona del género femenino, cosa que nunca hago porque no considero que nada en mi vida se tenga que hacer desde la condición sexual que me ha tocado. Yo vivo, pienso, escribo y existo ( no por ese orden) como persona y punto, y como tal nunca me han gustado las tan populares "cuotas". Ni pertenezco a ninguna asociación de mujeres periodistas, ni amas de casa, ni nada por el estilo. Y si voy a un gimnasio de tias ( no me molesta reconocerlo) es solamente porque lo tengo debajo de casa, que ya me gustaría a mi entretener la vista mientras hago bicicleta. Bueno todo esto viene por la "miembra". Bibiana Aído, la ministra de Igualdad. Que ya el nombre del ministerio me pone de los nervios. Pues no contenta con hacer del Diccionario de la Lengua Española su propia versión, ahora va y dice que quiere bibliotecas sólo para mujeres. Esta tia está como una cabra.

La propuesta que hizo en el Congreso fue que habría bibliotecas "para y por mujeres". El ministro de Cultura, César Antonio Molina, ha sido rápido y ya ha dicho en el mismísimo Senado que su departamento "sólo hace bibliotecas para todos los españoles".
Menos mal, alguien piensa en el Gobierno.

A ver, Cesar Antonio, coge a la susodicha por banda y le comentas que tan maravillosa idea es justamente todo menos igualitaria. Que cerrar una biblioteca sólo para mujeres es poner barreras, es excluir, es xenofobia pura y dura. Que los hombres, ya sean periodistos, albañilos, o electricistos leen igual que nosotras y no tiene porque encontrarse con las puertas cerrada de una biblioteca sólo porque tengan más barba que nosotras. Eso a los libros les da igual. Igual de igualdad , como ese ministerio.