25 enero 2019

De fin de semana por Zaragoza



Belchite

Si solo disponemos de un fin de semana hay que estudiar bien dónde se quiere ir, porque Zaragoza ofrece localidades con varios atractivos, pero las distancias nos obligan a elegir. En esta ocasión hemos visitado Belchite, Daroca y Cariñena, el tiempo no nos da para más.




Belchite dicen que es el municipio fantasma más visitado de España. Su historia es bastante triste.En 1809, durante la Guerra de Independencia, se originó la conocida como Batalla de Belchite contra las tropas francesas, que ganaron. Por ese motivo, Napoleón grabó el nombre de Belchite en el famoso Arco del Triunfo de París.También sufrió durante la I Guerra Carlista (1838). Pero es con la Guerra Civil Española, cuando el pueblo quedó desolado y en ruinas.

Belchite fue tomado por los franquistas en 1937 y en verano de ese mismo año, los republicanos españoles atacaron el pueblo de forma descomunal. Su objetivo era alejar a los nacionalistas del norte de España. Entre soldados y civiles, más de seis mil bajas. Hoy es un paisaje que golpea el corazón de solo pensar tanto sufrimiento. Un paisaje que hoy en día sirve para imaginar paisajes inventados a directores de cine como Guillermo del Toro (El laberinto del Fauno) o Terry Gilliam (Las aventuras del Barón Munchausen)

De aquí marchamos a Daroca a dar una vuelta por un municipio interesante por la arquitectura y por la historia, y luego a Cariñena, donde aprovechamos para visitar una bodega y hacer una cata. Aquí es obligado comprar alguna botella de garnacha. Seguro estamos que aquí paraba Francisco de Goya a calmar su sed cuando viajaba de la corte madrileña a Zaragoza. Y seguimos el consejo de Séneca sobre el vino: la primera copa es para la sed, la segunda para la alegría, la tercera para el placer y la cuarta para la locura.



Seo de Zaragoza

Pero volvemos a Zaragoza, que es dónde empezamos el viaje. Paseo por la ribera del Ebro en día lluvioso. ¿por qué no? Visita obligada a la Basílica del Pilar que para eso llevo su nombre, la Seo, y el palacio de la Alfajarería. Precioso el arte mudéjar que tantos ejemplos ha dejado por aquí.
También os recomiendo el Museo del puerto fluvial de Caesaraugusta. Si vais en domingo en la misma plaza de San Bruno tenéis un pequeño rastro de antigüedades donde también encontrareis queso de la sierra de Gúdar.




Basílica del Pilar, Zaragoza

Y no nos vamos sin mencionar la gastronomía zaragozana. Olé el ternasco en todas sus variantes. Os dejo un par de recomendaciones. Si visitáis la bonita villa de Daroca, ir a comer al Mesón Casa Perragorda. Barato, buenísimo y auténtico. No os digo más. 





Y en Zaragoza tapear por la zona de El Tubo es obligatorio. 
Una de las tabernas que no te debes perder es El Lince. Hace más de 40 años que vienen dando de comer a los zaragozanos en la plaza Santa Marta y, desde el primer momento, el Guardia Civil les ha estado acompañando. Es su tapa más característica: sardinas rancias maduradas en salazón combinadas con tomate, pimiento y pepinillo. 

Montadito El Lince
El montadito más famoso les acompaña desde 1977. Y en la calle Los Estébanes se encuentra Doña Casta, o como podría denominarse, “el paraíso de los croqueteros”. En su barra, multitud de croquetas listas para freír. Las hay de queso cabrales con manzana, de bacalao con espárragos trigueros, de morcilla con piñones, de boletus con foie, etc

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