Mi primera lectura del año ha sido una novela gráfica, un cómic. Un inicio diferente para un año que espero sea diferente. El cómic no es otro que el último trabajo del autor de cómics y ilustrador valenciano Paco Roca. Casi sin descanso, después de trabajos como Arrugas o El invierno del dibujante, Roca se atreve, de nuevo, con el más difícil todavía.
Los surcos del azar es un cómic sobre el papel de los republicanos españoles en la victoria sobre el nazismo. Aquellas personas que salieron de una guerra propia para ir a luchar a otros campos de batalla, desde los campos de trabajo en Argelia, a Inglaterra y después Francia.
La novela sigue las pistas de La Nueve, la compañía a las órdenes del capitán Dronne integrada mayoritariamente por republicanos españoles y que contribuyo a la liberación de París de los nazis. Y las primeras viñetas empiezan narrando la marcha del Stanbrook, el último barco que partió con republicanos desde el puerto de Alicante hacia el exilio en marzo de 1939.
La novela sigue las pistas de La Nueve, la compañía a las órdenes del capitán Dronne integrada mayoritariamente por republicanos españoles y que contribuyo a la liberación de París de los nazis. Y las primeras viñetas empiezan narrando la marcha del Stanbrook, el último barco que partió con republicanos desde el puerto de Alicante hacia el exilio en marzo de 1939.
Aunque se agradece el trabajo de documentación histórica llevado a cabo para elaborar el libro, me ha gustado todavía más que toda esa información la consigue ofrecer al lector con naturalidad, porque en realidad lo que va narrando es una vivencia, la vida del protagonista. Y eso lo hace a través de una larga entrevista ( en blanco y negro) que va dejando una segunda narración, la de los hechos y recuerdos de uno de los republicanos que todavía vive en Francia (esta parte en color) .
Los surcos del azar. Paco Roca. Editorial Astiberri. 328 páginas. 25 euros. Yo lo presto sin intereses muy a gusto.
Los surcos del azar. Paco Roca. Editorial Astiberri. 328 páginas. 25 euros. Yo lo presto sin intereses muy a gusto.
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