La última lectura del año: Las horas distantes de Kate Morton

Con la de libros que llevo a mis espaldas y todavía me asombro de la capacidad brutal que tiene la lectura para salvar la cordura. (me ha salido hasta rimado) . No hay nada más efectivo que un buen libro para mantener el ánimo a salvo cuando la depresión o la tristeza, o cualquier otra de las debilidades del alma, nos acechan. Os aseguro que la capacidad terapéutica de los libros obra milagros.

Así que por gracia o desgracia,según lo veamos, estos días me he sumergido como una obsesa loca en la lectura de Las horas distantes de la escritora Kate Morton. El libro me lo ha dejado y recomendado mi amiga Mari Carmen y he seguido fielmente el consejo.

Estoy desde hace unas semanas en un estado de ánimo desconcertante para mi. Nunca he estado con el alma tan quebradiza y he de reconocer que me agarro a algo sólido o me desmorono. Así qué para salir del hoyo me he puesto los ropajes de las hermanas Blythe y soy una más en Milderhust Castle.
Y las horas que paso dentro de la novela no las paso dentro del psicoanalista (que igual es lo que debería hacer).

No había leído nada de Morton y eso que ésta es su tercera novela y las anteriores (El jardín olvidado, La casa de Rivérton) han sido bestsellers. No es una literatura con mayúsculas, no es Ian McEwan o Cormac McCarthy, pero Morton es una buena narradora, o mejor dicho "contadora" de historias.

La novela está dividida en cinco partes en las que se suceden distintos saltos en el tiempo . Cincuenta años separan dichos acontecimientos, hechos del pasado que necesitan salir a la luz, y en el presente la persona apropiada que les ayude por fin a salir de su escondite…

Aquí os dejo el resumen de la historia:
Una carta perdida durante muchos años llega por correo y Edie Burchill se encuentra viajando a Milderhurst Castle, una mansión inglesa en la que viven las hermanas solteras Blythe y en la que se alojó su madre durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era una niña de trece años. Las hermanas Blythe mayores son gemelas y se han pasado gran parte de su vida cuidando de su hermana pequeña, Juniper, que no volvió a ser la misma desde que su prometido la abandonó en 1941. En el interior del ruinoso castillo, Edie comienza a desenmarañar el pasado de su madre. Pero las piedras de Milderhurst esconden otros secretos, y Edie está a punto de descubrir más de lo que esperaba. La verdad de lo que ocurrió en las horas distantes del pasado lleva mucho tiempo a la espera de que alguien la descubra. Morton una vez más cautiva a los lectores con una historia muy atmosférica que cuenta con unos personajes inolvidables acuciados por el amor y las circunstancias y obsesionados por los recuerdo.