Cine para desconectar : Un invierno en la playa

Bueno, otra de sentarse delante de la pantalla y no pensar. A veces el cine es el lugar perfecto para refugiarse de los pensamientos que nos atormentan. Entras, te sientas, y a los pocos segundos te dejas llevar por otras vidas y otras historias. Bien, pues ir al cine, entrar a ver Un invierno en la playa y desconectar del mundanal ruido.

Para eso sirve este debut en la pantalla de Josh Boone. No tiene mayores pretensiones, creo que tampoco lo perseguía, y le ha quedado una comedia dramática de lo más apañada, con cierto encanto y todo, de esas que saben conectar con el espectador, porque al fin y al cabo te cuenta una historia cotidiana, de esas que le pasan al vecino de al lado, de esas que te pueden ocurrir a ti. Eso si, el final, solo ocurre en las películas.

Uno de los aciertos de la cinta creo que es el reparto. Destaca Greg Kinnear (Pequeña Miss Sunshine) , uno de esos actores que da el tipo como amigo, vecino, hermano o colega de la vida. Tiene una conexión con sus personajes que lo hacen cercano al espectador. Luego, en el papel de su ex-mujer, está Jennifer Connelly ( Casa de arena y niebla), esa chica tan parecida a Demmi Moore, pero en mejor actriz. Ambos tienen dos hijos, Lily Collins (hija de Phil Collins) que se hizo popular por su papel de Blancanieves en Mirror , mirror y el adolescente Nat Wolff.

Y la peli va de la vida misma: un escritor divorciado desde hace tres años que no logra quitarse de la cabeza a su mujer, un adolescente despertando al sexo, una jovencita peleada con mamà … pues eso, lo que ocurre si miramos en la casa de al lado (o en la propia).

No hay ningún toque original, pero si que logran transmitir los sentimientos.