“Necesitábamos mano de obra, y vinieron personas”.
Esta frase que anuncia los créditos finales de Almanya: Bienvenido a Alemania, resume toda la película. Y ahora que la historia se repite, que el país de Angela Merkel necesita ingenieros españoles, ahora, nos llega esta película que viene a ser un recordatorio de que la Historia , con mayúsculas, está escrita. El milagro alemán se repite y la directora Yasemin Samdereli nos recuerda que otros inmigrantes vivieron su particular sueño en el milagro alemán, allá por la mitad del siglo pasado.
En Almanya: Bienvenido a Alemania seguimos a una familia turca que emigró en los años sesenta desde Anatolia, y que casi medio siglo después trata de recuperar sus orígenes sin perder el estatus conseguido. En una reunión familiar, el abuelo Hüseyin comunica a todos su deseo de ir juntos de vacaciones a su pueblo, donde ha comprado una casa. Después de vencer algunas resistencias y problemas, se ponen en camino en lo que será un viaje interior hacia su propia identidad y hacia la conciliación.
Esta narrada en clave de amable comedia con un acertado uso de los flashbacks que nos trasladan en el tiempo. Tal vez abusa un poco de los tópicos alemanes y el discurso es tan políticamente correcto, que chirría, pero en realidad se trata de eso, de un vistazo inocente y naïf a través de una tercera generación de turcos que se revela ante un mapa europeo donde no hay lugar para su país, pero que paradójicamente no encuentra lugar cuando allí regresan.
Aprovecho la ocasión para recomendar una película muy parecida que narra la emigración de los españoles a Alemania, dirigida por Carlos Iglesias, Un franco , 14 pesetas.
Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
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