Llega a las carteleras el último trabajo de nuestra Ken Loach particular, Icíar Bollaín. Se trata de
Katmandú: un espejo en el cielo, un alegato de la defensa de nuestros ideales. Sobria y equilibrada en casi todos sus elementos, es una película de evolución: una historia contada por unos personajes que van madurando según pasa el tiempo, segun aumentan las dificultades, y según crece la confianza en lo que somos, y en lo que hacemos.
La directora de
Flores de otro mundo,
Te doy mis ojos, y
También la lluvia vuelve a fisgonear en la aldea global. Esta vez lo hace en Nepal y con una de las profesiones más importantes del mundo: la de maestro. La historia narra precisamente el establecimiento de una profesora española en Nepal donde llega para mejorar las condiciones y el futuro de los niños más pobres. Pero también es el aprendizaje de uno mismo, el intentar conseguir los ideales marcados, la busqueda de nuestro lugar en el mundo.
Hay quien le criticará a la cinta su falta de llamada a la rebeldia, tal vez, se queda un poco suave en la denuncia, pero mejor eso que no pecar de querer hacer saltar la lagrimita. Pero si que he de criticar ( toma ya...yo, la entendida, criticando ...) que las dos historias con las dos niñas adolescentes, la “sin nombre” y la que prostituyen, podian haber aportado mucho más al conjunto y al mensaje.
Destacar el papel protagonista de Verónica Echegui (
Yo soy la Juani,
La mitad de Óscar) y también el reparto nativo. Por último comentar que la película se rodó en inglés y como en las carteleras de Alicante solo está doblada, decir que el doblaje, cosa que no es habitual, es pésimo.
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