Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
11 septiembre 2011
Segunda crónica de mi viaje a Vietnam: las montañas del Norte
Salimos en tren desde Hanoi hacia las montañas del norte del país, cerca de la frontera con China. Bac Ha tiene un paisaje espectacular y es donde viven la mayoría de las etnias del país como los hmong, con sus coloridos vestidos. Los vimos en el mercado que se celebra los domingos y donde bajan aldeanos de toda la zona a comprar y vender animales, alimentos y ropa. Y ahí fue donde descubrimos que los vietnamitas incluyen en su dieta el perro y la rata de campo (que sabe a conejo), ya se sabe, sobre gustos....El mercado es increiblemente colorido: hay zonas donde venden las verduras y la fruta, otras el pescado, la carne, también hay puestos de tabaco ( en filamentos, no en cajetillas), de lana, de fideos, y un mega-comedor donde todos comen sopa de largos fideos con sus palillos.
Al día siguiente salimos a caminar. Es nuestro primer trekking del viaje. Un paseo de 15 kilómetros por las montañas del norte. El día es perfecto, está nublado y a ratos sale el sol, y ha habido dos intentos de chaparrón que se han quedado solo en eso. Supongo que este microclima tropical explica el color de Vietnam. Verde a la derecha, verde a la izquierda. Jamás hubiera imaginado qu este país fuera tan verde como Costa Rica.
El paisaje es una cadena de pequeñas montañas de picos redondeados, coronados por nubes, y jalonadas por terrazas con plantaciones de maiz, té y sobretodo, arroz. Y de vez en cuando bananos y algún cocotero. Lo que si encuentras siempre son las nubes de libélulas, dragones voladores como las llaman aquí, se cruzan en tu camino. Cuando no, un búfalo de agua, o una pequeña piara de cerditos que asustados se largan cuando ven que invadimos su terreno.
En el segundo día de trekking nos ponemos el salacof verde a lo Ho Chi Minh (los franceses lo introdujeron, pero el suyo era blanco, y los del Vietkong lo pintaron de verde militar) y emprendemos camino. Este sombrero es casi una seña de identidad, como el pañuelo rojo que los escolares llevan al cuello.
Hoy dejamos el hotel para dormir en una casa de una aldea, preparada para tays, es decir, en vietnamita, para extranjeros. Tatami y mosquitera para dormir como un bendito. Pero antes esperamos la merecida cena jugando a las cartas en la terraza y viendo llover. Yo de mayor quiero ser "viajanta".
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6 comentarios :
Y yo de mayor Pilar Llorca, que bien vives....!!!
Je,je. Se intenta, ..y de tanto intentar a veces se consigue.
Si, el perro sabía a cordero, imagino que con una buena salsa hubiera estado mejor. Saludos Pilar.
Hombre, Juanito. ya tenia ganas de veros por aquí. Gracias por visitar el blog y un besazo.
De mayor viajanta?? Pero si ya lo eres...(viajanta, no mayor).
Qué maravilla el mercado de Bac Ha. Indudablemente vale la pensa visitarlo, mezclarse con su gente, perderte unas cuantas horas por sus tenderetes y simplemente observar.
Uno de los detalles que más me llamaron la atención de este mercado, o incluso de la zona, es la similitud, en muchos factores, entre los vietnamitas del norte y los indígenas guatemaltecos: los trajes típicos tan llenos de colorido, las madres llevando a sus niños pequeños a su espalda y sobretodo la sonrisa cálida y amable.
No he estado en Guatemala, pero he visto infinidad de fotos y mi hermana (que sí ha estado) me ha relatado infinidad de anécdotas y detalles. No pude evitar rememorarlas.
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