A microjarro

Así es, a golpe de micrófono van cayendo las víctimas de esa realidad sucia que nos toca vivir. En las pantallas los juicios paralelos lavan la ropa de los “presuntos” y la culpabilidad o la inocencia se diluyen en lejía. Antes era la televisión de las mamachicho, que a golpe de teta y culo anestesiaban la audiencia. Hoy son las exclusivas de Anarosa las que rebañan el share.

Ahora la cadena privada dice que no tiene responsabilidad y que es la productora Cuarzo la que ha de dar la cara. Yo no ví el programa, pero no me hace falta. Como periodista he tenido la ocasión de coincidir con compañeros que cubren la comunidad valenciana para ese magazine y lo he visto con mis propios ojos. Ana Rosa va con la billetera por delante, avasallando al personal. Y sé que el curro está jodido y que los “ajuntaletras” de la profesión tragan para seguir cobrando su salario. Pero todo tiene un precio. Yo jamás he puesto un micro delante cuando he visto al entrevistado saltarle una lagrima. Ni jamás lo haré.
Pero parece que, como hay quien pone la tele y se traga toda esa basura, pues hay que continuar dando carnaza . La mujer de Santiago del Valle, con una discapacidad por retraso mental, pidió que no continuaran grabándola. No le hicieron caso y continuaron hasta las dos horas de entrevista. No dejaron que ningún otro periodista se acercara. Eso lo he visto yo en otras ocasiones. Secuestran a los testimonios como si fueran de ellos, para que ningún medio más pueda acceder. Así les aproveche. No seré yo quien les quite la presa.