Ahora que empieza un ciclo nuevo, un nuevo año, todos nos ponemos, como si nos fuera la vida en ello, a ordenar nuestra existencia, sin darnos cuenta que dentro de doce meses volveremos a plantearnos lo mismo y nada habrá cambiado ( solo hay una excepción a esta regla : que durante ese año hayas tenido un hijo, entonces si que te cambia la vida, pero de que manera) .
En realidad esto es como el día de la marmota, pero en long play (que antigua, Dios, si ya nadie sabe que era un LP) . Llega principios de enero y nos planteamos ¿“como me las maravillaría yo” para hacer que ese tiempo prometedor y apasionante que tenemos por delante nos rente como el cuento de la lechera pero con final feliz?.
Pues siento deciros que no tengo la solución. Pero si habéis llegado hasta este punto, veo que os interesa, así que voy a dejaros un consejito.
Si sois de aquellos de “De este año no pasa”, “Este es el año del cambio”, “Ahora si que si”, ánimo mis campeones, que por perder un año más no pasa nada. Porque pongo la mano en el fuego que por mucho propósito de año nuevo, nada, nada, va a provocaros un vuelco en vuestra vida (salvo lo de tener el hijo, para los que todavía estáis a tiempo, pero acordaros de las consecuencias).
Además en realidad, eso que llamamos felicidad está sobrevalorada. Para ser feliz sólo hay que mirar al lado. ¿A quien tienes tú? Si es a quien quieres tener, pasar años, es una bendición, así que olvídate del gym, las clases de ingles, o el yoga. Y queda con él/ella a tomar unas cañas.
1 comentario :
Muy bueno...
Publicar un comentario