Tratemos de valorar la destrucción de Haití. Aunque sea una labor imposible para quienes no han vivido jamás un terremoto de esta magnitud, la ONG Geólogos del Mundo intentó cuantificar de inmediato la fuerza liberada por la naturaleza en la mitad occidental de La Española. «La energía que ha sacudido Puerto Príncipe equivale a más de la que podrían generar 200.000 toneladas de trinitotolueno (TNT)», explicó su presidente, Ángel Carbayos.
Una barbaridad, sin duda. Pero para los profanos también resulta difícil imaginar los efectos de tal cantidad de explosivo. Hay que buscar una comparación y ninguna mejor que la más recurrente: las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. La primera, de uranio y lanzada el 6 de agosto de 1945, tuvo un poder destructivo equivalente a 12.000 toneladas de dinamita, mientras que la segunda, tres jornadas más tarde y de plutonio, acumuló una capacidad arrasadora de 20.000 kilotones o toneladas de trinitotolueno. Sus habitantes creyeron que el infierno había caído sobre la Tierra. Los haitianos pensaron lo mismo.
El choque de las placas tectónicas del Caribe y de Norteamérica provocó un movimiento sísmico a sólo diez kilómetros de profundidad y con un epicentro a quince de Puerto Príncipe, lo que hizo que los efectos hayan sido devastadores. Las ondas llegaron a la superficie casi con su fuerza íntegra. «Cuanto menos profundo es, más dañino. Provoca destrucción masiva, con deslizamientos de terrenos que sepultan a la población», explicó Carbayos.
El seísmo 'a flor de piel' que arrasó Haití, no obstante, apenas hizo daño a República Dominicana, la otra mitad de la isla. El temblor fue más vertical que horizontal y descargó toda su furia en un radio muy cercano al epicentro, según los expertos. Ellos explican que la zona sísmica del Caribe está en constante actividad. «Las placas de fricción se mueven a un ritmo de veinte milímetros cada año. Ya es una cifra importante», según Carbayos.
( publicado el 14.01.10 , Diario La Verdad)
Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
No hay comentarios :
Publicar un comentario