"Jardín iluminado"

Lástima que el ojo humano no lo pueda ver así. Nos perdemos parte del espectáculo. Por eso me ha sorprendido este descubrimiento, la exposición fotográfica de Carlos Balsalobre. “Jardín Iluminado” es la muestra de fotografías que expone este alicantino en el Centro Municipal de las Artes de Alicante hasta el 30 de abril. Un jardín iluminado que el ojo humano capta a medias esas noches mágicas que siguen a las fiestas de San Juan. Cada fotografía huele todavía a pólvora y muchas reflejan la luz intensa del momento captado. Son instantáneas robadas al tiempo y al espacio. La cámara de Carlos Balsalobre ha conseguido captar la pincelada en el aire del fuego de artificio, la huella que deja esa relación efímera entre incandescencia y humo. Este jardín poliniza, germina y florece a lo largo de 50 fotografías. A veces las formas te hacen un guiño cómplice y te sumergen en el fondo marino donde juguetonas se balancean las anémonas, otras parecen lluvia racheada en mitad de la noche. Así de caprichosas son las luces en el cielo negro de Balsalobre. Tan bonitas que mienten. Fuegos artificiales que engañan a la cámara para mostrar más de lo que vemos. El chico es hijo de madre artista ( la pintora alicantina Dolores Balsalobre) y no lo puede negar, lo lleva en la sangre.