Mummy's day

5 de maig. Dia de la Madre.
La primavera del Corte Inglés se da por concluida con la llegada del Dia de la Madre. Y una se para a pensar en esa palabra. Tal vez ahora , por primera vez,le dedico un espacio, un tiempo, una reflexión. Serà por aquello de que se me pasa el arroz, y sigo sin tenerlo muy claro.
La primera cuestión es la del instinto maternal. ¿hay que tenerlo para ser madre? ¿O no hace falta? ¿Como se sabe que una lo tiene , o no? ¿Serviré para esto?. Claro hay tantas incognitas, que si te paras a analizarlas y responderlas, pues lo que pasa es que el tiempo corre, y el arroz ya no hay quien se lo coma.
Además a esas incognitas, hay que añadirle el hecho de que si no has encontrado al "padre" de tus hijos, pues como que no te vas a poner a procrear con el primero que se te arrima. Que la herencia genética es muy jodida, y después, a ver a quien ha salido el niño.
Siempre están las valientes que tiran para delante como madres solteras. A esas si que habría que dedicarles no un día, el calendario entero.
Porque lo de ser madre es tan complicado , o más, que cualquier Master. Para empezar hay que saber contar la gestación en semanas, y no en meses. Hay que saber aprender a diferenciar la epidural del apiretal, i la maxi-coxi de un huevo Kinder gigante. Hay que saber adivinar, porque eso sí que no tiene reglas, el significado del llanto : dolor de estomago, pesadillas, estreñimiento, dentición...
Y continuamos. Hay que echarle coraje y aprender a aspirar mocos. Como lo leeis. Hay un aparatito con una gomita que se coloca entre la nariz del niño y tu boca. Y aspiras las secreciones nasales, que parece que si te descuidas le puedes sacar por ahí hasta el higadillo. Y cualquier granito, mancha o erupción, és una alarma. Por eso la relación con el pediatra es tan estrecha que muchos padres acaban por ponerle un piso. Eso sí, a poder ser en el mismo edificio.
Por todo eso y mucho más yo creo que no sirvo para esto. Ser madre es ser valiente, templada de nervios, con coraje, y sacrificada , muy sacrificada. Lo he visto en mi madre antes, y en mi hermana y mis amigas, ahora. Y también se que la satisfacción que se obtiene a cambio no tiene limites.