Santa Claus me ha traído una agenda. Objeto irrenunciable para poder llevar a cabo mi vida laboral, pero sobre todo mi vida social. Yo sin mi agenda, no soy yo. Tengo memoria de perdiz y necesito ese lazo umbilical entre mi cabeza y mi quehacer diario.
Llevo años, la verdad es que no me acuerdo cuantos (ahí estamos, otra vez la memoria) con la misma agenda. Una sobria agenda de piel marrón con síntomas más que visibles de manoseos constantes y diarios. Calculo que si de 365 días la ojeo unos 320, por los años acumulados, pues eso que la pobre está como un Ecce Homo. Así que Santa Claus, tras observar perentoria necesidad, me ha traído una nuevecita color lila, preciosa.
Enseguida me he puesto a apuntar citas próximas, compromisos ineludibles a la vuelta de la esquina, objetivos potenciales a más largo plazo, y devenires varios de amplio perfil.
Ojeando la antigua agenda, para pasar a la nueva alguna que otra anotación pendiente, no he podido dejar de hacer un balance de este 2010, como hacen los magazines de los periódicos el último domingo del año. Y he llegado a la conclusión que este 2010 , que al principio califiqué de redondo, por aquello del número 10, ha sido un fiasco. Todas mis ilusiones, todas, se han ido al traste. Es más lo calificaria de Annus Horribilis. me ha pasado de todo, y csi todo malo. Menos mal que los amigos los tengo intactos. No ha causado baja ninguno. Sigo contando con todos. Los del norte y los de sur. A los que les lloro, y los que me hacen reir. Los viejos y los que he estrenado hace bien poco.
Pasando hojas me he dado cuenta que enero fue el peor, vislumbré la hecatombe y así fue. Dos bofetones a mi sentido desmedido de la honradez, y es que hay gente pa'tó. Llegó el verano y la catástrofe se anunció en forma de visita inesperada, y me dejó con los nudillos tocando a la puerta del psicólogo. Pero soy dura de roer y no pudieron conmigo. Superé el bache a muy alto precio, por cierto, pero aquí estoy. Y llegó de nuevo el invierno y diciembre me ha dibujado una sonrisa de oreja a oreja. Alguien me ha dicho que le he hecho feliz, y eso es tal vez lo mejor que te pueden decir. Así que espero empezar el 2011 como he acabado el 2010.
Os deseo a todos un redondo 2011 aunque los dos palitos del 11 sean puntiagudos como dos lanzas, al fin y al cabo de las apariencias no hay que fiarse.
Un rinconcito para los valientes de ánimo, donde encontrar un bálsamo en forma de libro, película, pensamiento o receta. De toda cabe en esta caja de Pandora que sólo se abre para los que tenéis el coraje de soñar.
8 comentarios :
HACER FELIZ A LA GENTE ES MUY IMPORTANTE.
Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.
No, mi corazón no duerme.
Está despierto, despierto.
Ni duerme ni sueña, mira
los claros ojos abiertos,
señas lejanas y escucha
a orillas del gran silencio.
A vegades els números no són tan rodons com voldriem, ni els anys, ni els dies... però així és la vida. L'important es saber aixecar-nos després de cada caiguda. Però et desitjo poques caigudes en el proper any i saber encarar el que vingui amb estil.
Petons.
http://teteraplanta.blogspot.com/
Me parece muy fuerte que en tu balance del 2010 hayas pasado por alto la boda de tu Sita. No olvides que algún día bonito y para recordar has tenido. Además, no hay mal que por bien no venga: ahora entras a tu saloncito, y ves ese sofá tan cómodo, bonito y "barato" que tienes...jejeje.
En esa agenda apuntarás..."Sopar de los 3 cerditos"?
Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.
- Daniel
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... eixa nova agenda lila serà la teua, i també la meua, clar!. Eres la responsable de la meua raquítica* vida social. Gràcies per organitzar-nos (i aguantar-nos)!
*escasa però molt valuosa.
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