el "simpa" del Bulli

En el post anterior hablaba de la sequía de noticias que se sufre en plena canícula. Tal vez por esa misma razón agosto siempre tiene a bien deleitarnos con una o dos noticias de esas tipo culebrón. Noticias que más que una pieza de información, parecen relatos veraniegos sacados de los suplementos estivales de los diarios.
Pues bien, solo estamos a 4 de agosto y ya ha saltado la liebre.

El titular dice así : Desaparece un gourmet del Bulli.
Supongo que sabéis de que os hablo, pero por si andaís estos días desconectados de la realidad, os cuento los hechos resumidamente.

Pascal Henry es un mensajero suizo de 46 años que había ahorrado durante años para visitar los 68 restaurantes del mundo galardonados con tres estrellas Michelin. Desaparece el pasado 13 de junio pero es ahora cuando sale a la luz la noticia. Este señor ya había visitado un total de 40 restaurantes cuando va a cenar al Bulli, el restaurante de Ferran Adrià, y se esfuma después de los postres y antes de abonar la cuenta. Desaparece dejando sobre la mesa un sombrero, unas cuantas fotografías y una libreta firmada por los cocineros que había visitado y con la lista de los platos que había degustado.

Sus últimos movimientos fueron que una vez acabado el postre, el suizo comenzó a charlar con una pareja sentada en una mesa cercana. Cuando fue a entregarles su tarjeta de visita se percató de que no tenía su cartera, con la que tenía que abonar el precio de la cena, que suele rondar los 230 euros. Entonces, salió hacia su vehículo, supuestamente para recoger su cartera, y ahí se le perdió la pista para siempre.

No me digáis que no tiene enjundia la cosa. Si es de novela negra. Alta cocina, desaparición y incluso la Interpool husmeando. Propio de un relato de Agatha Christie en la era del iphone. Incluso con personajes secundarios de la categoría del cocinero francés Paul Bocuse, quien se mostró entusiasmado por el proyecto de Henry, e incluso le regaló la libreta que, posteriormente, el desaparecido se dejó sobre una mesa de El Bulli. Bocuse se ha implicado en la búsqueda y ha hecho un llamamiento para encontrar al mensajero. Desde aquel día, Henry no acudió a ninguno de los restaurantes de Estados Unidos y Japón que le quedaban por visitar

Amuermados que estamos todos con la que está cayendo, hay quien ha montado un concurso y todo para escribir un desenlace. (www.soitu.es : ¿Se te ocurre algún final para explicar el 'sinpa' más célebre de la nueva cocina?)

Pues aquí va el mio :

Henry Pascal salió al parking en busca de su coche, necesitaba la cartera que se había olvidado en la guantera. Al acercarse a su Ford Burger King de serie oyó algo. Una pareja de tipos sin más modales que Paquirrín en día de bolo, se le echaron al cuello. Eran los Miami en pleno trabajito estival. Lo secuestraron en una furgoneta negra que huyó como Fernando Alonso en el nuevo circuito de Formula 1 de Valencia, con un tubarro que dejó en el aire olor a buñuelos y paella. Pascal gritaba angustiado, más que nada por el dolor de barriga que empezó a padecer después del atracón de viandas en deconstrucción. Pero los Miami no llevaban un triste Almax que ofrecer a su víctima.
Había pasado más o menos una hora cuando el coche paró. Estaban en la puerta trasera del restaurante Can Fabes. El trabajito lo había encargado Santi Santamaria. Pascal hacia unos días había cenado en su restaurante, como el de Adrià, un 3 estrellas Michelín, y no le había gustado. El chef de Sant Celoni le esperaba con un nuevo menú y una nueva oportunidad. Esta vez con la pistola de los Miami en la cabeza simplemente le grito Bon Apetit y le dio una nueva libreta.