Cuando uno sólo se ha enamorado una vez, juega con desventaja. La experiencia que da un corazón roto y remendado a lo largo de una o dos décadas, se convierte en un balón de oxigeno en futuros enamoramientos. Pero si a uno Cupido solo le ha visitado en una ocasión, el trabajo que queda por delante es arduo, y muchas veces infructuoso.
Hay personas enamoradizas de por sí. Personas que van hilvanando parejas sin dar tiempo a tirar el cepillo de dientes de la anterior. Hay otras que se imponen periodo de luto y reflexión. Las hay de las que juran que no más, Santo Tomás. Otras, que vuelven a tropezar en la misma piedra. Están las que niegan la evidencia y insisten en hurgar en la herida todavía fresca. Los que cogen la agenda y tiran de ex. Los que se apuntan inmediatamente a un crucero de singles, todo antes de ser un "impar". Los que buscan con desespero la misma talla, los mismos ojos , y si me apuras hasta el mismo nombre.
Unos y otros llevan ventaja, van acumulando un bagaje clave para la existencia. Y al otro lado, los que solo se han enamorado una vez, perdidamente, pero en una sola ocasión. Corazones inexpertos que con el paso del tiempo se hacen a la idea de que esto es así, y que no hay que buscar solución, porque tampoco hay problema. Que una vez hubo y que ya no hay. Pero los que de verdad me producen desconcierto son los que nunca se han enamorado. ¿Existen estas personas? ¿Es posible no enamorarse nunca?
2 comentarios :
Al perderte yo a tí
tú y yo hemos perdido.
Yo, porque tú eras
lo que yo más amaba
Tú, porque yo era
la que te amaba más.
Pero de los dos
tú pierdes más que yo
porque yo podré amar a otros
como te amaba a tí.
PERO A TI NO TE AMARAN
COMO TE AMABA YO
Muy bonito. De quien es? Es tuyo?
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