Septiembre en fascículos

Llegó septiembre y con él el apasionante y maravillo mundo del fascículo. Debe ser la peeor pesadilla del señor quiosquero. Me lo imagino organizando todo el ejército de guerreros medievales para que no entren a saco y destrocen la casa de muñecas andaluza. Si es que ésta sigue en pie y no han pasado por en medio toda la colección de Formula 1, las joyas del automóbil en plata, y los mejores coches de Le Mans. Y es que,¿ a quien no le hace ilusión tener una réplica de un Austin Martin?.
Menos mal que el señor quiosquero también tiene a mano la Biblioteca del Bienesar Emocional por entregas, no sea que te la compres de golpe y de tanta emoción la palmes. Me gustaria ver algún estudio sobre la fidelidad de estas colecciones. La majoria supongo que no deben llegar al segundo fascículo. Porque dos entregas es como mucho lo que yo aguantaria antes de enviar a pastar el navio del siglo XVIII, más dificil de montar que un taburete de Ikea. Eso sí, viene con teléfono de consulta, que digo yo, que si ya preveen necesaria esa ayuda, muy fácil no ha de ser.
Para los menos duchos, como yo, se puede optar por el coleccionable del Belén , que si te pierdes algun fascículo siempre puedes tirar mano de algun guerrero medieval y ponerlo de figurita. Rollo Roger de Llúria haciendo de caganer.
Menos mal que las opciones son de lo más variado y puedo declinarme por algo más relajante, como esa maravillosa colección que te hace entrar en el fascinante mundo del bordado. Luego está lo del mes, septiembre, que para lanzar un curso de inglés, por aquello de la reentré y el comienzo del curso escolar lo veo bien, però,¿ porqué precisamente ahora deberiamos empezar una colecció de abanicos? En fín, que los planeta de agostini tienen más cuento que Calleja. Por cierto, también disponible en cómodos fascículos.