Pocos actos hay tan íntimos y esperanzadores como cambiar la agenda a principio de año. En esas tiernas hojas hay todo un futuro prometor por delante. Le das una ojeda al 26 de marzo y te preguntas ¿ qué me pasará ese día ?. Pero aparte de la incertidumbre de tanto tiempo por estrenar, lo primero que te viene a la cabeza es ver como caen los festivos, y ver las posibilidades arquitectónicas de los festivos intersemanales, es decir, ver como estàn los puentes. Luego miras los meses en conjunto, para ver cuales són los tramos más duros, es decir, los meses que no tienen ni un sólo dia libre: febrero, julio, y septiembre, ya os lo adelanto. Pero después de comprobar que de esos 365 días pocos vas a librarte de ver el careto del jefe, te queda como una satisfacción, él también estrena agenda, y con ella, largas jornadas laborales llenas de más responsabilidades, y más broncas de más jefes. Y continuas mirando ese futuro programado en blanco y te tropiezas con unas hojas más que sospechosas. Porqué que me diga alguien si ha utilizado alguna vez los indicativos provinciales de teléfono. ¿Y que me contáis del código internacional para deletreo?. ¿Qué hay alguien, fuera de polis y demás, que hable en alfa-sierra- india? Y si el hecho de abrir la nueva agenda, o colocar el recambio, es como inquietante, el de ojear la vieja antes de tirarla , es totalmente melancólico. Es dar una ojeada a un año de tu vida a través de garabatos, citas, recados y telefonos. Apuntes breves sobre papel que califican tu vida durante un año.
1 comentario :
y que me dices del diagrama cartesiano de las distancias entre ciudades...que se quiten los GPS...donde va a parar... aun asi..disfrutemos de esa sensacion que vienen apretando las PDA y estas no tienen recambio porque no tienen fin!!!...un besote desde las americas, y feliz 2007. Trino
Publicar un comentario