13 diciembre 2009

Punto y final para el Orient Express


Orient Express: la muerte de un anacronismo, 126 años después de su primer viaje.

RUBÉN AMÓN. París (publicado el domingo 13 de diciembre en El Mundo)

Etapa a etapa, tramo a tramo, el Orient Express genuino ha ido reduciendo su itinerario hasta extinguirse. Permanecen en circulación otras variantes exóticas y lujosas, pero el tren que antaño cruzaba Europa de París a Constantinopla en 45 días comunica ahora única y testimonialmente las ciudades de Estrasburgo y Viena.

Es el canto del cisne, la agonía de un memorable anacronismo. Hasta el extremo de que el Orient Express, bautizado en 1883 y convertido en transporte conspiratorio por Agatha Christie, desaparecerá de los caminos de hierro en el inmediato 2010.

Han podido la crisis, la competencia, la presión de la cultura medioambiental. Lo han adelantado los trenes de gran velocidad y los vuelos de tarifas populares. Y ha acelerado su final la cultura de la prisa y de la urgencia. No se viaja a 57 kilómetros por hora en la Europa de las comunicaciones, la ubicuidad y el vértigo.

Han desaparecido las escalas extravagantes y se ha desmantelado el mítico vagón restaurante, así que los pasajeros con billete en primera clase -no hay otra- se resignan al consuelo de una botella de agua y una manzana reluciente en sus respectivos compartimentos. Semejantes circunstancias contradicen que puedan emularse hoy las aventuras de James Bond en Desde Rusia con amor o que un epígono de Agatha Christie se atreva a escribir la segunda parte de Asesinato en el Orient Express. Transcurre la novela a bordo del tren y la atmósfera se beneficia del contratiempo de unas nieves que sorprendieron a los pasajeros en territorio turco. Allí estaba Hércules Poirot para despejar la conspiración y el misterioso crimen coral.

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Y es que el itinerario del tren ha conocido toda suerte de recortes, desdoblamientos y exploraciones territoriales. Inicialmente fue concebido a iniciativa del intrépido George Nagelmackers para acercar los 1.300 kilómetros que separan las ciudades de París y Viena. Requería un mes la proeza ferroviaria, aunque los adelantos tecnológicos y la euforia de los viajeros fueron incitando una expansión a la altura del sobrenombre del tren. El Orient Express atravesaba el continente desde la capital francesa hasta Estambul (1891) y hacía escalas en Estrasburgo, Múnich, Viena, Budapest y Bucarest.

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Parecía indestructible el tren de trenes. No pudieron con él ni la Primera Guerra Mundial ni la Segunda. Tampoco lo neutralizó el Telón de Acero ni consiguieron jubilarlo los conflictos balcánicos de la posmodernidad. Más obstáculos se oponían en su camino, más fuertes se hacían el emblema y la locomotora del Orient Express.

Formaba parte de la historia de Europa, sin menoscabo de su naturaleza literaria. Sirva como ejemplo que el Armisticio de la Gran Guerra se firmó a iniciativa del mariscal Foch en uno de los vagones azules. Exactamente el número 2.419.

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Es la manera de extrapolar a escala sociológica y cultural el crimen colectivo que Hércules Poirot resuelve en Asesinato en el Orient Express. No hay un homicida, sino muchos. Así es que al tren no ha muerto. Lo hemos asesinado en nombre de otras prioridades. La medioambiental, porque contamina demasiado. La económica, porque puede sobrevolarse Europa con 50 euros. Y la tecnológica, porque el endiablado TGV (el AVE galo) adelanta al Express como la liebre creía hacer con la tortuga en la fábula de La Fontaine.

3 comentarios :

dapazzi dijo...

Pi, que pena, y yo que tenia la ilusión de subirme algún día. Se ha roto uno de mis sueños.(jo i la meua xtnª).
En un principio pensé, que t habías terminado de leer la novela de Agatha Christie, pero veo que, la cosa es mas grave.
(Para paliar el disgusto el 19 bou. Que vengas!)

la sargantana del puig campana dijo...

Jo també tenia eixe viatge com pendent en la meua llista. Ohhh. Aixó em fa pensar que no he de deixar res per a demà, a viatjar que la vida es curta.

Anónimo dijo...

Very enlightening and beneficial to someone whose been out of the circuit for a long time.

- Kris