La Trilogía del Baztán está formada por El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta. En verdad, uno solo dividido en tres tomos, ya que están interconectados por los protagonistas, el escenario y los casos policiales.
Los tres títulos hacen referencia a sendas figuras de la mitología vasco navarra. El basajaun, protagonista de El guardián invisible es el protector del bosque. El tarttalo, figura fuerte y agresiva, similar a un cíclope, da título a la segunda parte, ya que, según la tradición, amontonaba los huesos de sus víctimas a la entrada de su cueva. Y por último, Ofrenda a la tormenta, hace referencia a la divinidad vasca Mari, personificación de la madre tierra.
Tal vez el gancho de la trilogía esté en esa interconexión de una investigación policial con la tradición popular - seres mitológicos. En realidad estas figuras funcionan como un sexto sentido, como una sospecha sin fundamentos, pero acertada.A mi ese gancho si que me ha funcionado y he caído rendida este verano y me los he leído los tres seguidos. Pero si que se ha de poner entrecomillado tal vez la calidad de la expresión, ingenua a veces, y otras repetitiva (el tema de la lluvia). Sin embargo hay que felicitar a Dolores Redondo por la la construcción de la trama y la documentación de la historia.
También está muy acertada la implicación de la protagonista en los aspectos no policiales de la novela. Amaia tiene una serie de conflictos como satélites de la trama principal: una madre loca, una relación tormentosa con su hermana Flora;una relación de compadreo profesional con Jonan Etxaide, su compañero de patrulla; una relación de infidelidad con un juez, un quebradero de cabeza en su papel como madre, etc
Evidentemente, tras el éxito editorial la trilogía llega la película. Atento a sus pantallas. Pero yo sigo recomendando la lectura.