11 febrero 2014

Ciclogénesis de ilusiones

Pocas cosas hay tan baratas en el mundo como las ilusiones. Tan baratas y tan satisfactorias. Ilusionarse es bueno hasta para la salud. Sólo hay que ver como bajan las visitas a "Emergencias" de los hospitales, cuando hay una final de cualquier campeonato de fútbol. La gente tiene la ilusión de ver ganar a su equipo y se quedan pegados a las pantallas de los televisores, olvidándose por unos momentos de sus grandes males. Y sólo hay que ver cómo están las administraciones de lotería cuando hay un bote de 70 millones en la Bonoloto. Somos además expertos en el cuento de la lechera. !Pues no he construido yo castillos en el aire!

Así de fácil es la mecánica de la ilusión. ¿Quién no tiene sueños? Todos nosotros nos pasamos la vida pensando en si esto o si aquello. La lista de las ilusiones más comunes la conocéis todos : si se curará de esa enfermedad..., si nos tocara la lotería..., si me dieran la beca..., si paso la entrevista de trabajo..., si me llaman..., si me aceptan..., si volviera..., si me dan el préstamo..., si sonara ahora mismo el teléfono..., si, si, si...

Yo ahora mismo estoy como el tiempo atmosférico, barrida por una ciclogénesis de ilusión. Como ahora mismo mi vida es un lienzo en blanco, solo hago que hacerme ilusiones, una detrás de otra, como una ristra de salchichas. Hay ilusiones en potencia, es decir, factibles de desarrollar, y hay ilusiones en gravedad , es decir a punto de caer del guindo.

Las ilusiones que ahora mismo tengo son ilusiones en barbecho, ideas dentro de mi cabecita que van tomando cuerpo, aunque estén a la espera de que mejore la tierra de cultivo. En fin, desde aquí os recomiendo a todos ilusionaros. Es fácil, porque además la ilusión se contagia. No hay nada mejor que compartir esa fiebre que tenemos cuando estamos ilusionados por algo.

!Probad! La ilusión es el aceite de esta ensalada monumental que es la vida.

No hay comentarios :