He disfrutado desde los créditos del principio hasta los créditos del final. Y entre unos y otros, que por cierto son un homenaje al género, casi tres horas que pasan a velocidad de vértigo.
La historia nos cuenta las aventuras y desventuras de una singular pareja , un esclavo (Jamie Foxx) y un cazarrecompensas (Christoph Waltz) . El primero busca rescatar a su esposa (Kerry Washington) de una plantación de algodón, el segundo, dinero fácil y al contado en la América esclavista, dos años antes de la guerra civil, donde todavia no se ha visto que un negro monte a caballo.
Como he dicho antes, no falta de nada de la galeria de tópicos del director, de ese vocabulario tarantiniano: las puntadas de violencia incontenida ( a veces hay que cerrar los ojos), los planos poéticos como ese de la planta del algodón blanca salpicada de sangre roja, el tono cómico muy particular, el arrojo al tratar temas que ya de por si son polémicos (la esclavitud en este caso),etc, etc
Y en cuanto al reparto... todo un sueño para un director. Jamie Foxx está genial, pero Christoph Waltz ( ya le dieron el Oscar por su papel en Malditos bastardos y se lo han vuelto a dar por este papel como actor de reparto) está que lo borda. Genial también DiCaprio de Calvin Candie, un esclavista repugnante. Y los secundarios, todo un lujo: Samuel L.Jackson, Franco Nero, Kurt Russell, y alguna sorpresa más.
Muy recomendable. Por cierto la D de Django es muda. ;)
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