19 septiembre 2011

Quinta crónica de mi viaje a Vietnam: la guerra

En crónicas anteriores dije que Vietnam es verde, intensamente verde, pero también he de decir que Vietnam es lo que esconde, quiero decir, lo que hay por debajo de la superficie. En dos momentos de su historia los vietnamitas vivieron a muchos metros bajo tierra. En la crónica de ayer os hablaba de las cuevas de Pong Nha, en su día fueron un escondite perfecto. Los vietnamitas las utilizaron como hospital y arsenal en la guerra contra los franceses (estuvieron hasta 1954, casi nada) . Y en plena guerra con los norteamericanos , la más cinematográfica de la historia, los vietnamitas volvieron a esconderse para salvar el pellejo. Esta vez miles de aldeanos excavaron túneles. Entrar dentro de los túneles de Vinh Moc e imaginar como vivieron os puedo asegurar que es fuerte.
Dicen que los vietnamitas no guardan rencor porque no es bueno para el alma, pero en la guerra que los norteamericanos libraron en su país murieron 5 millones de muertos, 4 de ellos civiles.
Pero hay más guerras y más odio en su historia : las invasiones de China, los ataques de los jemeres camboyanos, las luchas entre el Vierkong y el Vietmin. Caminando hacia estos túneles todavía se pueden ver los efectos de las bombas que cayeron en el terreno, entre el bambú se observan grandes socavones que ya forman parte de la orografía.
Esta noche dormimos en Hue, tal vez la ciudad más destruida por los bombardeos; menos mal que la antigua ciudad imperial mantiene en pie su ciudadela y el palacio. Resalta en todos los templos los lacados en rojo y oro y los dragones, muchos dragones. Lo que más me gusto fue una preciosa colección de porcelanas que son los demonios representando los pecados. También hay grabados muchos poemas de Confuncio, que son máximas para todos los vietnamitas.
Aquí todo tiene una lección, una moraleja, como la historia de la tortuga y la garza, dos figuras en una, que vemos prácticamente en todos los templos. Cuenta que la garza necesita de la tierra como la tortuga necesita del agua. Pero en época de sequía la garza coge con sus garzas a la tortuga y la lleva hasta las lagunas, y en época de lluvias, la garza necesita descansar y volver a posarse sobre superficie, y es entonces cuando la tortuga le devuelve el favor, y le presta su caparazón como un trocito de tierra firme.

2 comentarios :

dapazzi dijo...

¡como van a tener rencor si están todos muertos!

Belen Cruzado dijo...

que foto tan estupenda Pilar !!! además de escribir divinamente tienes un ojo fotográfico fantástico. Recuerda que me copié casi todas tus fotos... ejem !!!