08 junio 2011

El francés que quiso volar el Benacantil

El otro dia os dejé una leyenda sobre "la cara del moro" en el Benacantil, hoy os cuento otra historia relacionada con esta montaña de Alicante, pero esta vez totalmente real. Si os fijais en la ladera sur podreis observar que ese relieve no tiene una forma natural, sino que sufrió el feroz bocado de la batalla entre ingleses y franceses en la llamada Guerra de Sucesión Española. Os cuento.

Estamos en 1709. Dos años antes, un 25 de Abril perdimos la batalla de Almansa. Al frente del ejército franco-español estaba el caballero d’Asfeld (iban con Felipe de Anjou) que derrotó a un ejército anglo-portugués (iban con el Archiduque Carlos de Austria). Tras la victoria de Almansa los ingleses solo se quedaron en algunas plazas fortificadas para ir frenando el avance: Xátiva, Denia y Alicante. Bien, pues fue este pajarito , D'Asfeld, experto en asedios, quien dirigio la toma de estas ciudades.

Xátiva fue saqueada e incendiada hasta los cimientos (por eso el retrato de Felipe V en el Ayuntamiento de Xátiva continua colgado de la pared boca abajo,para que a nadie se le olvide). Luego cayó Denia. Y tras Denia D’Asfeld se encaminó al sur, hacia el puerto de Alicante.,ciudad tomada por la flota inglesa. Los girufos de entonces confiaban en poder plantar cara a D’Asfeld, para ello se parapetarian en el castillo que les parecía inexpugnable.

Evidentemente para D'Asfeld tomar la fortaleza al asalto era una locura. Así que planeó excavar una mina bajo la ladera más dèbil, la sur. Esta mina fue la mayor obra de ingeniería militar de toda la guerra. Se excavaron más de cien metros de túnel en la roca caliza, y se depositaron en el fondo de la galería 1500 quintales de pólvora.

Cuando los ingleses se enteraron, cavaron una contramina, es decir, un conducto que sirviera de vía de escape a los gases y minimizara el efecto de la onda expansiva sobre el monte. La contramina inglesa todavia se puede ver en el castillo: un estrecho túnel por el que apenas podría pasar una persona y que desde el patio de armas desciende casi en vertical hacia las entrañas de la roca.

Tres meses de trabajos despues, la obra estaba terminada. D’Asfeld invitó entonces al comandante inglés a que enviara a sus ingenieros a examinar la mina, asustarlo y hacerle cambiar de idea. Estos, muy chulos, le aseguraron a su jefe que la contramina podría desbaratar con seguridad los efectos de la explosión.

A la hora en que expiraba el ultimátum de D’Asfeld, Richards y sus oficiales se asomaron al borde de la muralla, justo en la vertical donde se había excavado la mina. D’Asfeld dio la orden y explotó la mina…....Y gran parte de la ladera sur del Benacantil saltó en pedazos. La guarnición inglesa sufrió un centenar de muertos, incluyendo al coronel Richards que se habian puesto en primera fila.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Gabachos!!!!!!!