Lecturas de verano

Llegó el verano y con él los libros. Y no es que el resto del año no se lea, pero es apretar el calor y no sé porqué nos entra como una especie de fiebre lectora. A los que tenemos el hábito de leer es llegar agosto y se nos acumulan los libros. Incluso estos dias circulan libros de mano en mano, como en una especie de mercado negro de las letras, e incluso pides consejo de lector, ávido de nuevos descubrimientos. También es el tiempo de revolver la biblioteca de casa, a la caza de una relectura que nos lleve En busca del tiempo perdido. Será que todavia estamos en La edad de la inocencia, cuando con un libro nos evadiamos de Los amores dificiles o nos resguardamos El corazón de las tinieblas. A mi las lecturas de verano me alargan las noches hasta arrastrarme hacia la madrugada, justo antes de caer en brazos del Tiempo de silencio. Y por la tarde, después de comer, ya sople Viento del este, viento del oeste, luchan cara a cara con la siesta. El sueño reparador de 15 minutos viene predecido por algún capítulo, y en despertar, nada mejor que coger el libro y averiguar algo más de esa historia que ya has hecho tuya, antes de salir escopetada hacia el trabajo, a vivir esa otra historia que sí es la tuya, aunque no tenga nada de novela y mucho de Cumbres borrascosas.
Una, que es un poco maniatica en muchas cosas, forra los libros que voy a llevar de viaje. Porque no hay viaje sin libro, o un par de ellos. Uno lo empiezo antes de irme, y el otro lo acabo al regresar. Es como alargar un poco más las vacaciones antes de volver al caos de Los dominios del lobo. Aunque en realidad en los viajes poco tiempo hay para leer, es el Crimen y castigo de los dias que escapan de la rutina.
Supongo que como muchos de vosotros, tengo novelas totalmente asociadas al verano : Un jardinero fiel de Le Carré , Ensayo sobre la ceguera de Saramago, Una mujer dificil de John Irvin, El sueño de Africa de Javier Reverte, etc. ojalá tuvieramos Cien años de soledad para disfrutarla leyendo, como si hubieramos encontrado La montaña mágica o El árbol de la ciencia.