24 enero 2011

la última de Eastwood


Este sábado mi sobrino Tomás paró con la nariz un puñetazo involuntario de su hermano gemelo. De resultas del suceso, con la cara ensangrentada, no paraba de decirle a su madre: ¡Mamà, yo no quiero morirme!. Esta preocupación por la muerte y qué hay después de ella es también lo que le ronda a uno de los protagonista (por cierto, también un gemelo) de la nueva película de Clint Eastwood.

Se trata de Más allá de la vida (traducción de Hereafter), una cinta que nos plantea la eterna duda: ¿Qué ocurre después de la muerte? ¿Cómo puede simplemente desaparecer alguien que estaba aquí hace nada? ¿donde está ahora?

Esta búsqueda de respuestas se la plantean los tres personajes protagonistas en tres historias que discurren de forma paralela ; así, nos encontramos con Marie, una periodista francesa que está a punto de fallecer a causa del tsumani del 2004 en Tailandia, Marcus, un niño que pierde a su hermano gemelo en un accidente en las calles de un barrio marginal de Londres, y en San Francisco, George,un hombre capaz de escuchar las voces de los muertos, muy a su pesar.

No es la primera película que se hace en Hollywood con este planteamiento de vidas cruzadas, ya lo hizo Robert Altman en los 90 con su magnifica Short cuts, y tengo que decir que a Robert Altman le salió mejor que a Eastwood. Al menos en Más allá de la vida veo un poco forzado el encuentro entre dos de los protagonistas, Marcus con George. Pero ya me diréis.

Y no sé si por ese fallo en el guión, cuando salí del cine tuve la sensación de que era una peli de Eastwood, pero que no tenia su sello. Efectivamente, ahora se que se trata de una película de encargo, algo muy común en Hollywood. Los todopoderosos Marshall y Spielberg (los que ponen la pasta) tenian el guión de Peter Morgan (El desafío: Frost contra Nixon, The Queen). y se lo ofrecieron al director de Sin perdón.
La verdad es que la película no puede empezar mejor. La secuencia del tsunami es impresionante. El montaje es genial. La secuencia se monta a partir de los planos rodados en una playa hawaiana además de otros materiales rodados en un inmenso tanque de agua ante un croma en los estudios Pinewood (lo mismo que ha hecho Bayona pero en los tanques de Ciudad de la Luz, para su película sobre el tsunami) . De ahí se pasa a la secuencia del accidente de Marcus en Londres y hasta la mitad de la película todo tiene mucha fuerza, pero luego baja ese nivel.
Si que me ha gustado mucho el hecho que a pesar del tema que toca (la muerte, el sentimiento de pérdida,.. ) no es un drama sentimental. Incluso Matt Damon, que hace de médium, escapa del tradicional rol achacado a este tipo de personajes.


En resumen, recomiendo verla, a pesar de ese fallo (siempre según mi humilde opinión, quien soy yo para criticar al gran Clint Eastwood), a mi me ha gustado bastante.

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